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Digitalización y sostenibilidad: clave en cadenas de proveeduría

Tras las crisis de los últimos años, el nearshoring resulta cada vez más importante para una gestión eficaz de la cadena de proveeduría. Por ello, las relaciones de las empresas mexicanas con los clientes y proveedores estadounidenses son cada vez más relevantes.
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Durante años, empresas de todo el mundo se dedicaron a recortar sus cadenas de proveedores para conseguir la máxima eficiencia.

Durante años, empresas de todo el mundo se dedicaron a recortar sus cadenas de proveedores para conseguir la máxima eficiencia.

Para aprovechar plenamente el potencial del nearshoring es necesario que los procesos sigan funcionando sin problemas. De lo contrario, incluso pequeños retrasos pueden provocar problemas de seguridad de suministro debido a los ajustados plazos de las cadenas de proveedores internacionales. Esto afecta la fiabilidad de las entregas y, además, no es sostenible.

Las soluciones digitales para la gestión de la cadena de proveeduría contribuyen a que las cadenas de suministro sean más sostenibles y los procesos más resistentes.

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Durante años, empresas de todo el mundo se dedicaron a recortar sus cadenas de proveedores para conseguir la máxima eficiencia. En una economía globalizada, esto significaba que las cadenas de proveedores, estrechamente unidas, se extendían cada vez más por todo el mundo. En la actualidad, tanto las crisis de los últimos años como los esfuerzos por la sostenibilidad refuerzan la tendencia al nearshoring y fomentan las relaciones empresariales entre países vecinos y naciones políticamente afines.

En México, este ha sido el statu quo de la industria automotriz durante años, ya que es el sexto productor mundial de automóviles y camiones y exporta el 80 % de ellos al mercado estadounidense. Un proveedor importante en el país es thyssenkrupp Materials de México.

Esta empresa de raíces alemanas gestiona actualmente dos centros de servicio de acero de última generación en México, que suministran —sobre todo a Estados Unidos— componentes ligeros de aluminio para uso en vehículos eléctricos (VE).

Desde allí también prestan otros servicios a los fabricantes de automóviles, como prefabricación, almacenamiento y gestión de inventarios o servicios técnicos. Está prevista la apertura de un tercer centro a finales de este año. La proximidad geográfica entre ambos países es práctica, ya que las rutas de entrega se acortan radicalmente y tanto proveedores como clientes pueden responder con mayor flexibilidad a los cambios.

Como las distancias más cortas contribuyen a reducir las emisiones, el nearshoring —como en este ejemplo— suele ser también más respetuoso con el medioambiente que otros modelos de aprovisionamiento.

Sin embargo, el nearshoring no es la única solución para la protección del clima en la industria manufacturera. Los procesos fluidos resultan imprescindibles: son más eficientes y sostenibles y, por tanto, deben garantizarse mediante soluciones digitales. Riesgos como la falta de transparencia de los datos y peligros latentes permanentes como el efecto látigo plantean retos que siempre deben considerarse estratégicamente.

La voluntad de invertir en cadenas de proveedores digitalizadas y sostenibles es el primer paso importante para minimizar tales riesgos, proteger el clima, consolidar la propia seguridad de suministro y, en última instancia, aumentar el éxito empresarial.

Los datos primero: no hay sostenibilidad sin datos

Sin embargo, no es fácil registrar con precisión las emisiones de gases de efecto invernadero de las empresas: a menudo se reparten entre distintas máquinas, centros dispersos por todo el mundo y distintas fases de la cadena de proveeduría. Esto da lugar a grandes cantidades de datos.

Además, las empresas de manufactura suelen utilizar máquinas sin interfaces digitales. Esto dificulta el registro de los datos de emisiones y es también un riesgo potencial para el flujo de material: con frecuencia, los errores o ajustes incorrectos solo se descubren cuando el material ya se ha procesado. Esto es costoso y no supone, precisamente, un ahorro de recursos.

Aunque México ya ha invertido más en la digitalización y automatización de su industria en comparación con otras naciones latinoamericanas, el país todavía tiene que ponerse al día en cuanto a estándares internacionales.

Aunque México ya ha invertido más en la digitalización y automatización de su industria en comparación con otras naciones latinoamericanas, el país todavía tiene que ponerse al día en cuanto a estándares internacionales.

La digitalización de sus propios procesos de producción es, por tanto, un primer paso importante para las empresas que desean conocer a fondo sus datos de emisiones para actuar de forma más eficiente y sostenible. toii, una solución modular de internet industrial de las cosas de thyssenkrupp Materials Services, empresa matriz de thyssenkrupp Materials de México, es una herramienta para empresas cuyas máquinas carecen de interfaces de comunicación.

Esto hace que los datos de las máquinas sean visibles para muchas empresas por primera vez, porque lo que es cierto para Europa también lo es para los países latinoamericanos: la digitalización de la industria aún no ha alcanzado un nivel que fomente su competitividad internacional.

Con toii, los problemas en las propias plantas de la empresa pueden identificarse y remediarse antes, lo que ahorra costos a la propia empresa y contrarresta los retrasos en las entregas. La digitalización también ahorra recursos, lo que respalda los esfuerzos de sostenibilidad, porque el camino hacia una cadena de proveeduría sostenible empieza en la propia planta de cada empresa, y está pavimentado con datos.

Digitalizar de forma radical las cadenas de proveedores

Ya sea por falta de normas internacionales o por la complejidad de las cadenas de proveedores modernas —que tienden a parecerse más a redes de suministro complejas que a una cadena simple—, a veces resulta casi imposible registrar datos precisos sobre emisiones en toda la cadena de suministro.

Las soluciones incluyen calculadoras de emisiones como la Calculadora de la Huella de Carbono del Producto (PCFC), que thyssenkrupp Materials Services introdujo el año pasado. Calcula todas las emisiones generadas durante la manufactura de un producto hasta que sale de las manos de la empresa, lo que se conoce como enfoque “de la cuna a la puerta”.

Ya se utiliza en las plantas existentes de thyssenkrupp Materials de México y ayuda a adquirir y comercializar materiales relevantes para el futuro, como el aluminio, de la forma más sostenible y con el mayor ahorro de recursos posible.

Sin embargo, este enfoque todavía no es suficiente para acercarse aún más a la neutralidad climática. La capacidad de planificar de forma más precisa y oportuna, así como una comunicación más abierta entre los participantes en una red de suministro, son también requisitos previos para unas actividades empresariales igualmente sostenibles y resistentes.

Seguir el ritmo de la cadena de proveeduría

En los últimos años, las empresas han empezado a reforzar la gestión de riesgos de sus cadenas de proveedores. Riesgos constantes, como el efecto látigo, pero también la dificultad de realizar previsiones precisas en un entorno de mercado dinámico y en rápida evolución, son factores que complican la situación.

Debido a las enormes cantidades de datos que intervienen en la gestión de riesgos, así como en la gestión de las redes de proveedores en general, el software basado en IA es la herramienta de apoyo adecuada para los administradores de la cadena de proveedores.

Como parte de la estrategia Materials as a Service, con la que thyssenkrupp Materials Services ayuda a sus clientes a optimizar sus cadenas de proveedores, se desarrolló pacemaker. Basado, entre otros factores, en datos de producción y de mercado, valores históricos y previsiones de demanda, pacemaker ilumina incluso los nichos más complejos de una red de suministro.

Con el pacemaker y otras soluciones similares, las máquinas pueden calibrarse en una fase temprana, es posible planificar las entregas con el menor número posible de emisiones y pueden evitarse entregas incorrectas que llevan mucho tiempo. Así se ahorran costos, recursos y se facilita hacer previsiones más precisas con mucha más antelación.

La preparación temprana para posibles mínimos o máximos en la demanda también permite tomar decisiones a tiempo y evita aplazamientos, que complican los procesos de planificación de los participantes posteriores en la red de suministro. Este enfoque, más colaborativo dentro de una red de suministro, puede sentar las bases para futuras colaboraciones de datos de extremo a extremo sin fisuras, con beneficio para proveedores, productores y usuarios finales.

Integrar soluciones aisladas: pensar juntos en la sostenibilidad

Aunque México ya ha invertido más en la digitalización y automatización de su industria en comparación con otras naciones latinoamericanas, el país todavía tiene que ponerse al día en cuanto a estándares internacionales. Pero incluso si las empresas utilizan todo tipo de herramientas, necesitan dar otro paso para poder tomar decisiones más sostenibles.

Así, los datos recogidos por las diversas soluciones deben integrarse en el sistema ERP para que sean comparables con las estrategias, procesos y productos originales a la hora de tomar decisiones. Solo entonces la digitalización de los procesos y la producción podrán desplegar todo su potencial y contribuir a que las empresas sean más sostenibles, resilientes y competitivas a escala internacional.

La neutralidad climática completa, sin embargo, depende de un mayor progreso tecnológico. Hasta cuando llegue ese momento, los créditos voluntarios de carbono (VCC), como los que ofrece thyssenkrupp Materials Services, que apoyan proyectos auditados de forma independiente, y las soluciones de captura y almacenamiento de carbono son alternativas sensatas para reducir las emisiones de CO2e.

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