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Barbara Colombo, presidenta de UCIMU-SISTEMI PER PRODURRE.

Barbara Colombo, presidenta de UCIMU-SISTEMI PER PRODURRE.

En 2020, la industria italiana de fabricación de máquinas-herramienta, robots y sistemas de automatización registró una caída considerable de todos los principales indicadores económicos; sin embargo, logró mantener las posiciones ganadas en los rankings internacionales del sector, donde confirmó su cuarto lugar entre países fabricantes y entre países exportadores y su quinto lugar en el ranking de países consumidores.

Según Barbara Colombo, presidenta de UCIMU-SISTEMI PER PRODURRE, el año 2021 está mostrando una tendencia completamente diferente, confirmando la recuperación de la actividad empresarial, tanto en Italia como en el exterior, desde los primeros meses, como destacan los datos sobre el índice de pedidos del primer semestre de 2021 y con base en las previsiones para el resto del año.

De acuerdo con las previsiones elaboradas por el Departamento de Estudios Económicos y Cultura Empresarial de UCIMU, la producción de máquinas-herramienta, robots y sistemas de automatización debería crecer un 10,9 % hasta los 5,700 millones de euros en 2021. Las exportaciones deberían alcanzar los 3,100 millones de euros, es decir, un 9,4 % más que el año anterior.

El consumo también debería aumentar, casi alcanzando los 4 mil millones de euros, lo que corresponde a un aumento del 10,9 % con respecto a 2020. El dinamismo de la demanda italiana debería impulsar las entregas de los fabricantes, que se espera que alcancen los 2.600 millones de euros (+ 12,7 %), y las importaciones deberían ascender a 1 300 millones de euros (+ 7,6 %).

En el primer semestre de 2021, el índice de pedidos destacó un repunte del 88,2 %. Este resultado se debió al buen desempeño registrado por los fabricantes tanto en el mercado interno como en el externo. En particular, los pedidos nacionales crecieron un 238 % en comparación con el período enero-junio de 2020. Por su parte, los pedidos extranjeros registraron un repunte del 57,5 % respecto al primer semestre de 2020.

“El año 2021 parece tener una tendencia completamente diferente: hay un clima de confianza creciente, que se ha ido fortaleciendo mes a mes, tal y como se desprende de los datos de recogida de pedidos. Esperamos que esta tendencia culmine en octubre, con motivo de EMO Milán 2021, la feria mundial del sector, que será la primera feria internacional tras un año de parada forzosa”, dijo Colombo.

Digitalización en el sector de máquinas-herramienta

“El proceso de actualización y digitalización de plantas que ya comenzó hace unos cinco años no puede detenerse, ya que todavía queda mucho por hacer”, comentó Colombo.  Según la directiva, además del aumento del número de máquinas, ha habido una mejora cualitativa de la maquinaria total. De hecho, más del 60 % de las 60,000 nuevas máquinas adquiridas entre 2015 y 2019 son maquinaria de control numérico (CNC).

En el período de cinco años anterior, la proporción de nuevas máquinas CNC compradas no superó el 37 %. Hubo un aumento en el nivel de automatización e integración de las plantas. En particular, la integración de TI, relacionada con las políticas 4.0, registró el aumento más significativo.

La transformación digital y la actualización tecnológica afectaron principalmente a las grandes y medianas empresas. Las pequeñas empresas hicieron inversiones en nueva tecnología, pero solo hasta cierto punto. Sin embargo, está claro que a las empresas más pequeñas les llevará más tiempo mantenerse al día con esta transformación que a las más grandes.

Hay al menos dos razones para ello: la primera está vinculada a los fondos disponibles. Las inversiones en nuevas tecnologías de producción, especialmente en equipos de última generación, son muy onerosas y pesan sobre el presupuesto de las pequeñas empresas, que en consecuencia deben repartir sus compras en períodos más largos. La segunda razón, no menos importante, está relacionada con la cultura: se necesita tiempo para comprender todos los mecanismos relacionados con esta transición y superar el miedo a pensar en reorganizar la forma de trabajar.

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