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Banco de México refiere que uno de los principales riesgos en el horizonte, además de la pandemia, son los posibles cuellos de botella en las cadenas de suministro generados por la escasez de insumos para algunos sectores en México, particularmente el automotriz.

Banco de México refiere que uno de los principales riesgos en el horizonte, además de la pandemia, son los posibles cuellos de botella en las cadenas de suministro generados por la escasez de insumos para algunos sectores en México, particularmente el automotriz.

El “Informe trimestral/Enero-marzo”, realizado por el Banco de México, revela que la actividad económica en el país mostró durante el primer trimestre de 2021 una desaceleración en su ritmo de recuperación, particularmente por el recrudecimiento de la pandemia entre finales de 2020 y principios de 2021, la interrupción transitoria en el abasto de gas natural a mediados de febrero en la región norte del país, así como algunas disrupciones en el suministro de insumos industriales, en especial del sector automotriz.

“Si bien persistieron algunos problemas de suministro de insumos en la industria automotriz, la producción del sector repuntó en marzo. Además, la reducción en el número de contagios y el avance en la vacunación han permitido la flexibilización gradual de las restricciones a la movilidad y a la producción”, refiere el informe.

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En materia de exportaciones, durante el periodo enero-febrero de 2021 se presentó una desaceleración, luego del crecimiento observado en el periodo octubre-diciembre de 2020.

El informe detalla que dicho comportamiento se originó, en buena medida, por la caída de las ventas al exterior de productos automotrices, a su vez asociada a los paros técnicos implementados en ese sector ante la escasez global de semiconductores.

El documento detalla que, si bien en marzo las exportaciones automotrices siguieron contrayéndose, en abril se recuperaron parcialmente de las reducciones exhibidas en febrero y marzo.

Banco de México refiere que prevalecen retos para la recuperación y un entorno de alta incertidumbre, porque la pandemia de COVID-19 aún no se disipa; sin embargo, se vislumbra una perspectiva más favorable para los próximos trimestres debido a los avances en las campañas de vacunación en varios países, así como las menores restricciones a la movilidad.

El organismo refiere que uno de los principales riesgos en el horizonte, además de la pandemia, son los posibles cuellos de botella en las cadenas de suministro en el ámbito global generados por la escasez de insumos para algunos sectores en México, particularmente el automotriz.

Semiconductores, insumo clave para la producción

Alberto Bustamante, director de Comercio Exterior y Normalización de la Industria Nacional de Autopartes (INA), indicó que alrededor del mundo se fabrican casi 84 millones de vehículos y que la afectación de la industria a escala mundial por la falta de semiconductores es de aproximadamente el 3 %.

“Hablamos de 2.5 millones de unidades. América tiene la principal afectación, seguida por Europa, China y Japón. Esto se debe a una sencilla razón: las plantas de fabricación de semiconductores que se ubican en Asia, específicamente en Taiwán, solo destinan el 5 % de lo que producen para el sector automotriz, lo cual es muy bajo”, indicó.

Agregó que de ese 5 %, que se divide para todo el mundo, la prioridad la tiene Asia, luego Europa y al final Norteamérica: “Por eso aquí el impacto es mayor. En la región de Norteamérica tenemos una fabricación aproximada de 15.6 millones de unidades, y la afectación hoy por la falta de semiconductores gira alrededor del 4.9 %; de este porcentaje, el principal país impactado es Estados Unidos con el 62 %, seguido por Canadá con el 20 % y México con el 18 %”.

El directivo indicó que se espera una recuperación a partir del segundo semestre del año: “Es cuando creemos que el tema de los semiconductores va a tener ya una reacción en cuanto a la recuperación de la fabricación de autopartes y en cuanto a la fabricación de vehículos”.

En este sentido, Fausto Cuevas, director de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), indicó que es complicado estimar el impacto de la escasez de semiconductores durante el primer semestre, particularmente porque esto tiene que ver con los planes de producción de cada marca y sus estrategias para hacer frente al abasto que van teniendo.

“Evidentemente, no tenemos información en este sentido dado que es confidencial, tanto de inventarios de componentes como de producción proyectada para hacer frente a la demanda”, puntualizó Cuevas.

Lo que sí se sabe, refirió, es que recientemente el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le pidió al Departamento de Comercio un análisis detallado sobre asunto de los semiconductores, con el objetivo de conocer las recomendaciones para atender esta problemática.

Alberto Bustamante agregó que el presidente Biden se reunió también con dos empresas muy importantes en cuanto a la fabricación de semiconductores: Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) y Samsung, con el fin de desarrollar en Estados Unidos una fábrica de semiconductores que abastezca únicamente al continente americano.

“La idea de esto es que la fábrica sea instalada en Estados Unidos y que no pasemos por esta problemática que atravesamos a escala mundial. Recordemos que para este tipo de componentes se necesita un proceso robotizado, es decir, se requieren inversiones muy importantes y el gobierno estadounidense está dispuesto a invertir”, añadió Bustamante.

En el caso de México, el directivo precisó que no existen planes para que se inicie o se pueda invertir en una planta de semiconductores y tampoco se cuenta, hasta el día de hoy, con el interés del gobierno para su construcción.

Fausto Cuevas confirmó que desde la AMIA no se tiene información respecto a alguna empresa en particular que quisiera establecerse en México para atender la fabricación de semiconductores; sin embargo, refirió que la empresa Intel estaría interesada en desarrollar una actividad complementaria para el proceso de producción de estos componentes.

“Entiendo que Intel consideraba la posibilidad de participar en el proceso en lo que se refiere a acciones complementarias, como son pruebas y programación”, puntualizó Cuevas.

En este sentido, Alberto Bustamante comentó que en México varias empresas se dedican ya a la programación de semiconductores, que también formaron parte de la reunión en Estados Unidos con el presidente de Biden.

“Empresas como ATT, Dell y HP estuvieron presentes con el objetivo de entrar en la programación de este tipo de dispositivos para poderlos realizar en nuestro país. Son empresas que están muy interesadas en realizar esta segunda fase”, indicó Bustamante.

Principales estados de producción de autopartes en México, enero 2021.

Principales estados de producción de autopartes en México, enero 2021.

Sin embargo, tanto para Bustamante como para Cuevas, el desarrollo de una planta de producción de semiconductores en Estados Unidos y de procesos complementarios en México no resolverá la problemática actual.

“La construcción no es un tema de solución de un mes a otro, es decir, el cambio de proveeduría en este aspecto es complejo y lleva varios meses poder decidir dónde invertir y qué se va a producir. Consideramos que, de momento, aunque hubiera decisiones rápidas, el efecto no sería inmediato por el tiempo que lleva la realización de estas inversiones y su traducción en nuevas plantas y en ritmos de producción”, señaló Cuevas.

Bustamante ratificó que la construcción de una planta de producción de componentes en la región va a arreglar la problemática a futuro y le va a servir a la industria en México para poder comprar este tipo de componentes en Estados Unidos y, con ello, ahorrar en tránsito a escala mundial.

“Esto no es para atender la problemática que tenemos ahora. La problemática actual se va a solucionar con el descenso de los casos de COVID-19 y por la reducción en la demanda de semiconductores en las industrias eléctrica y electrónica”, puntualizó Bustamante.

La producción de vehículos eléctricos

El “Estudio Global del Consumidor Automotriz 2021”, elaborado por la firma Deloitte, señala que la tendencia hacia los vehículos eléctricos continúa consolidándose. Y en el caso de México, las personas que tienen la intención de comprar un vehículo eléctrico harían la adquisición, principalmente, para reducir los costos de combustible, disminuir las emisiones y mejorar la experiencia de conducción.

En este sentido, el estudio “Making every part count: A component view on disruption in the automotive aftermarket for light vehicles until 2030”, realizado por la firma McKinsey & Company, refiere que la electrificación es una tecnología que tendrá un efecto grande y duradero en la industria automotriz.

“La electrificación de los vehículos reducirá la demanda en seis categorías: accesorios, chasis (frenos), baterías de arranque eléctricas/electrónicas, arrancadores y alternadores, fluidos y tren motriz tradicional. Por el contrario, la demanda de otros componentes del chasis, el sistema de propulsión, las piezas térmicas y los neumáticos aumentará como resultado de la electrificación”, refiere el estudio.

En el mundo, las armadoras ya han iniciado el camino hacia el desarrollo de vehículos eléctricos o híbridos. Uno de los anuncios más recientes fue el realizado por Ford, que anticipó que el 40 % del volumen global de sus vehículos será totalmente eléctrico en 2030, incluidos los vehículos Mustang Mach-E, F-150 Lightning, así como las camionetas comerciales E-Transit.

Asimismo, General Motors anunció que ofrecerá 30 modelos de vehículos completamente eléctricos en el ámbito mundial para mediados de la década, y que en Estados Unidos, el 40 % de los modelos de la compañía serán vehículos con batería eléctrica para finales de 2025. La empresa indicó que invirtirá 27,000 millones de dólares en vehículos eléctricos y autónomos en los próximos cinco años, superando la cifra de 20,000 millones de dólares planteada antes del inicio de la pandemia por COVID-19.

En el caso de México también se han hecho anuncios recientes. Tal es el caso del fabricante europeo de automóviles eléctricos Next.e.GO Mobile SE, que planea ingresar al mercado mexicano en cooperación con el consorcio industrial Grupo Quimmco, de Monterrey, a través de su empresa subsidiaria Questum.

El objetivo de esta alianza es construir una planta de producción en México con la idea de atender al creciente mercado nacional, así como suministrar repuestos a otras instalaciones de e.GO en el continente americano.

Manuel Valdés, CEO de Questum indicó que el acuerdo con Next.e.GO Mobile SE es un nuevo pilar importante para la diversificación del negocio: “Llevamos muchos años desarrollando el mercado de la electromovilidad en México, así que cuando surgió la idea de e.GO, nos entusiasmamos de inmediato. Este acuerdo es un hito importante para expandir aún más nuestro negocio en el sector de la movilidad eléctrica y automotriz”.

También en México, General Motors anunció una inversión por más de 1,000 millones de dólares en el complejo de manufactura de Ramos Arizpe, Coahuila, para inaugurar una nueva planta de pintura y preparar al complejo para una expansión en las plantas de ensamble y de sistemas globales de propulsión, con el objetivo de convertir al complejo en el quinto sitio de manufactura de General Motors Norteamérica en producir vehículos eléctricos, uniéndose a Spring Hill, Tennessee; Factory Zero, en Detroit-HamTramck, Michigan; Orion, también en Michigan, y CAMI, en Ontario, Canadá.

La armadora informó que ya comenzó los trabajos de construcción de sus nuevas instalaciones, donde se producirán vehículos eléctricos a partir de 2023. Asimismo, producirán baterías y componentes eléctricos durante el segundo semestre de 2021, que se iniciará con la manufactura de “Drive Units”, el sistema de propulsión que impulsa a los vehículos eléctricos.

Sin embargo, el informe referido de Deloitte también señala que el interés por los vehículos con motor de combustión interna aumentó, en parte, debido a las preocupaciones financieras de los consumidores, causadas por la pandemia.

En este sentido, Fausto Cuevas consideró que si bien en México ya existe una planta que fabrica vehículos eléctricos ―además de los anuncios recientes al respecto―, es muy pronto para definir si esto ya es una línea que van a seguir todos los fabricantes en el país.

“Recordemos que buena parte de las inversiones para nuevas instalaciones se hicieron recientemente, es decir, son inversiones que están todavía por cumplir su ciclo inicial y de consolidación; por lo tanto, creo todavía prematuro considerar que estas nuevas inversiones pudieran cambiar en los próximos dos años”, señaló.

Agregó que hacia adelante, seguramente, habrá planes de los fabricantes en México de alinearse con las políticas corporativas, pero que de momento no tienen información respecto a alguna otra marca que prevea convertir sus plantas de producción de vehículos de combustión interna a vehículos eléctricos.

“Si bien la tendencia es mundial y se acelerará en los próximos años, en nuestro país esta tendencia es incipiente. Apenas iniciamos este camino porque nuestras exportaciones hasta el momento siguen siendo, en su gran mayoría, de vehículos de combustión interna”, agregó.

Señaló que México exporta más del 85 % de lo que produce y que, en particular, más del 80 % se envía a la región de Norteamérica: “Estos volúmenes son de vehículos con motores de combustión interna y conforme cambie la demanda, seguramente la forma de producción también cambiará. Entonces, creo que gradualmente veremos esta transformación, pero no con la rapidez como para que en los próximos dos años ya se haya transformado el escenario de fabricación de vehículos en nuestro país”.

Cifras y recuperación de la industria automotriz

Manuel Nieblas, socio líder de la Industria de Manufactura en Deloitte, señala que, de acuerdo con diversas proyecciones, será en 2024 o, en un escenario muy optimista, en 2023, cuando la industria automotriz nacional recupere los niveles de ventas que tuvo antes de la pandemia.

“Esto quiere decir que hasta entonces se verán ventas totales anuales que podrían superar la cantidad de vehículos comercializados durante 2019, de 1,317,000 unidades. Las industrias de cada país tendrán tiempos de recuperación distintos, pero, en el caso particular de México, se tiene claro que esta dependerá del repunte del sector estadounidense que, se prevé, ocurrirá más rápido, hacia finales de 2022”, indicó Nieblas.

En este sentido, cifras del INEGI precisan que en mayo de 2021 se vendieron al público en el mercado interno 85,662 unidades, lo que representa una variación de 103.8 % respecto al mismo mes de 2020, mientras que en el periodo enero-mayo 2021, se comercializaron 428,312 unidades.

Producción mensual de vehículos ligeros por segmento.

Producción mensual de vehículos ligeros por segmento.

La información detalla que la producción total de vehículos ligeros en México, para el periodo enero-mayo de 2021 fue de 1,331,746 unidades. Asimismo, en mayo se exportaron 242,020 vehículos ligeros y para el periodo enero-mayo de 2021 se reportó un total 1,170,243 unidades exportadas.

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