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 la tecnología del fresado en duro ha avanzado y ofrece una opción diferente.

La tecnología del fresado en duro ha avanzado y ofrece una opción diferente.

Muchos talleres metalmecánicos, en especial los que se dedican a fabricar y reparar moldes, han encontrado una alternativa en el mecanizado en duro. El fresado en duro se ha hecho cada vez más popular en los últimos años, ya que las máquinas con mayor velocidad, los recubrimientos que prolongan la vida útil de las herramientas, las trayectorias de las herramientas CAM que evitan los cambios bruscos de dirección, además de otras tecnologías complementarias, han avanzado y se han hecho más accesibles.

La estrategia de realizar pasadas ligeras a altas velocidades de avance y de husillo puede producir piezas complejas, en material endurecido, con mayor rapidez que la electroerosión y otros procesos utilizados tradicionalmente para este tipo de trabajos. Durante mucho tiempo, en los talleres se han empleado el trabajo manual y el rectificado como las opciones disponibles para obtener la precisión que requiere la manufactura de moldes; sin embargo, la tecnología del fresado en duro ha avanzado y ofrece una opción diferente.

El fresado en duro ha reducido el tiempo de mecanizado de los punzones, por mencionar un ejemplo. Antes se producían con tecnologías de electroerosión más lentas, como en el caso de punzones de dientes que requerían tiempos de producción de días y que ahora pueden obtenerse en dos o tres horas. Igual sucede con la producción de una placa de embrague, que podía realizarse mediante electroerosión por hilo y que ahora, en una máquina de mecanizado en duro, puede hacerse hasta 50 % más rápido.

Una de las preocupaciones de los talleres de moldes que quieren prescindir de la electroerosión y fresar moldes de materiales duros es la rotura de la herramienta. Las roturas inesperadas de las herramientas se producen al sobrepasar las condiciones de carga permitidas, que interrumpen el proceso de mecanizado. Por ello, entre los retos están las trayectorias de las herramientas de fresado que producen tasas variables de eliminación de material causadas por los picos de carga.

Por lo general, la solución es modificar la velocidad de avance, la profundidad de corte o la aproximación. Sin embargo, la reducción de cualquiera de estos valores puede hacer que las condiciones de carga máxima vuelvan a estar por debajo del umbral, lo que también reduce la tasa de eliminación de metal de la trayectoria de la herramienta en general, y hace disminuir la productividad del proceso.

Las aplicaciones de fresado en duro para la manufactura de moldes requieren materiales de hasta 66 HRC, que exigen utilizar fresas, parámetros de corte y métodos de mecanizado adecuados para conseguir los objetivos. Por ello, el fresado en duro se ha convertido en un reto para los talleres que incursionan en esta tecnología, en particular porque necesitan mecanizar aceros endurecidos con filos cortantes definidos. El fresado de dichos materiales requiere centros de mecanizado de alta velocidad configurados para el fresado en duro, junto con un CAD/CAM acorde con cada aplicación específica.

En esta edición nuestro informe de portada está dedicado al fresado en duro, para ayudar a resolver las dudas de los talleres que quieren mejorar sus procesos de mecanizado de materiales difíciles en aplicaciones de moldes que necesitan el máximo rendimiento del mecanizado y alargar la vida útil de la herramienta cuando trabajan con tolerancias ajustadas.

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