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México apuesta por el liderazgo en la manufactura de moldes

En 2020, las cifras de importación de moldes, troqueles y herramentales tuvieron una contracción de 12 % en relación con 2019 debido a la pandemia; sin embargo, México ha crecido en su capacidad productiva alrededor de 380 millones de dólares en producción local.  
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En la industria de moldes, troqueles y herramentales existe la necesidad de acortar brechas tecnológicas y se vislumbran capacidades que se pueden complementar entre empresas.

En la industria de moldes, troqueles y herramentales existe la necesidad de acortar brechas tecnológicas y se vislumbran capacidades que se pueden complementar entre empresas.

En 2020, las cifras de importación de moldes, troqueles y herramentales tuvieron una contracción de 12 % en relación con 2019, refiere Eduardo Medrano, presidente de la Asociación Mexicana de Manufactura de Moldes y Troqueles (AMMMT) y presidente de ISTMA Américas.

Sin embargo, agregó el directivo, México ha crecido en su capacidad productiva alrededor de 380 millones de dólares en producción local: “Esto representa aumentos de doble dígito año con año, lo cual significa que hay más empresas y más manufactura”.

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A decir de Juan José Treviño, director del consejo directivo de la AMMMT y director general de TDM Ingeniería, la contracción de las importaciones se debió al tema de la pandemia porque la mayoría de las empresas frenaron inversiones Capex y los herramentales se consideran como activos fijos.

“Pero los registros de los últimos diez o quince años indican que el número de herramentales que se importan o se fabrican dentro de México crece año tras año”, puntualizó Treviño.

Oportunidades en contexto

De acuerdo con Treviño, en el escenario actual se presentan oportunidades para el sector por conceptos como el Nearshoring y el Reshoring: “Estos parten del Offshoring, que fue una tendencia mundial durante las últimas dos décadas. Se buscaban áreas o regiones del mundo donde se pudieran obtener costos más económicos, reducir costos de mano de obra y a final de cuentas lograr productos más competitivos”.

Treviño refiere que, incluso antes de la pandemia, ya muchas empresas transnacionales tenían la idea de reubicar sus operaciones. Indicó que empezaban las tensiones comerciales por asuntos como la protección de la propiedad intelectual y la propiedad industrial, pero el impacto económico que tuvo el COVID-19 aumentó la sensación de fragilidad en la confianza de las cadenas de suministro.

“Ahí empiezan a tomar fuerza estos conceptos de Nearshoring y Reshoring. Es importante para la industria mexicana que estemos bien atentos porque, o reaccionamos como industria para ponernos a la altura de la demanda de las empresas que buscan abastecer sus necesidades de moldes, troqueles y herramentales más cerca de sus operaciones, o van a venir empresas de otros países del mundo, porque finalmente la necesidad sigue siendo tener la manufactura cerca”, indicó Treviño.

El directivo agregó que hay una grandísima oportunidad para que, como asociación y como industria, se consolide un frente común que robustezca al sector de moldes, troqueles y herramentales y se pueda luchar por ese mercado que tiende a crecer.

En este tenor, Treviño comentó que el concepto de Ally-Shoring también puede ofrecer una oportunidad para el sector: “Es un tema que requiere de mayor madurez, porque básicamente implica aliarse con el que necesita de mis moldes, es decir, me voy a hacer socio de una empresa que requiere mis servicios”.

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Explicó que se trata de un modelo que tiene mucho potencial: “Estaría el capital de parte de la empresa grande o armadora que requiere los herramentales y, por otra parte, las empresas de manufactura de moldes y troqueles con la apertura para aprender nuevas tecnologías, metodologías o formas de trabajar”.

Treviño señaló que es necesaria una alineación de varios aspectos para que esto se pueda dar:

  • Tiene que haber similitud de ideas, de visión y misión entre las dos compañías que se quisieran aliar en ese sentido.
  • Por otro lado, y quizá igualmente importante, está la alineación que tengan las políticas de gobierno de ambos países.

“Todos estos conceptos de Nearshoring, Reshoring y Ally-Shoring implican cruzar fronteras, es decir, estos conceptos no aplican si estamos hablando dentro de un mismo país. Hoy, lamentablemente, creo que nuestro gobierno ha dado esas señales encontradas, ha frenado muchas inversiones”, indicó.

Por ello, Treviño refirió que si bien Ally-Shoring tiene mucho potencial, por el momento es un poco complejo de llevarse a cabo: “No digo que no se vaya a realizar porque todo cambia a la vuelta de un sexenio; sin embargo, me parece que es una muy buena estrategia para detonar el potencial de la industria manufactura de moldes y troqueles”.

El momento de iniciar

Ante las oportunidades que presenta el contexto anterior, Treviño refiere que el sector en México va atrasado, pero que nunca es tarde para comenzar.

“Veo estas tendencias desde antes de la pandemia. Dentro de la industria nos han buscado empresas de manufactura, por ejemplo, de herramientas como Black & Decker y Milwaukee o empresas que usualmente maquilan sus productos o sus moldes, inclusive. Tanto la maquila de su producto como sus moldes los tenían fuera del país y nos contactaron para comentar que pensaban mover toda su operación de manufactura de productos a Piedras Negras o Aguascalientes.”

Por tal razón, agregó el directivo, necesitaban quién les brindara servicios de manufactura, de diseño de manufactura y reparación de herramentales.

“Con la pandemia muchas empresas voltearon a ver a México, obviamente por su ubicación geográfica con respecto a Estados Unidos, por la enorme frontera que hay para cruzar productos tanto en la parte este con la parte oeste, así como una mano de obra más competitiva. México se convierte inmediatamente en la primera opción para cualquier empresa cuyo mercado principal sea Estados Unidos. México es la primera opción para buscar fabricar tanto sus productos como los herramentales que necesitan sus productos”, explicó Treviño.

Por su parte, Eduardo Medrano comentó que la oportunidad para la industria es grande, que se trata de una necesidad que va a ser cumplida de un modo u otro y dependerá de la organización de la industria. Refirió que el no producir estos implementos industriales en México nos lleva a una dependencia no solo de manufactura, sino también tecnológica, que puede frenar a la industria.

Agregó que se requiere la participación del gobierno, de la academia, de las instituciones financieras, y también de las empresas proveedoras y los propios dueños para desarrollar estas capacidades.

“Tenemos que apurarnos a recuperar el tiempo, sobre todo pensando en que este efecto de la pandemia que tuvimos ―crisis de salud, pero también económica― viene a ser de una complejidad mucho mayor que exige un esfuerzo doble; sin embargo, creemos que están las condiciones y la disposición de muchas entidades, tanto públicas como privadas, para echar a andar esto”, indicó Medrano.

El directivo comentó que parte de la labor que desarrolla la AMMMT es, precisamente, tener mayor trascendencia dentro del rol del desarrollo de la industria, haciendo convocatoria a más líderes regionales para integrar los esfuerzos, a fin de coordinarlos para que sean más contundentes.

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En este sentido, Treviño explicó que existen esfuerzos particulares para el desarrollo y promoción de la industria: “Nos hemos organizado como industria por regiones y me parece que ya es el momento de impulsar una especie de consejo nacional para que se presente una industria a escala nacional bien organizada, que muestre que existe una colaboración entre las empresas, que conocemos nuestras capacidades, nuestras oportunidades y nuestras debilidades”.

Comentó que presentar un frente común tiene mayor peso, así como mayor trascendencia a cualquier propuesta que se pueda llegar a proponer ante el gobierno, academia, instituciones financieras e, inclusive, ante los mismos clientes internacionales que estén buscando su proveeduría en México.

Un frente común y capacitación nacional

De acuerdo con Juan José Treviño, la industria debe trabajar en dos temas principales: la capacitación o la formación del personal y la consolidación de un frente común nacional.

“Digamos que la capacitación se da solo al personal que ya se tiene o se hacen programas especializados para las personas que están trabajando en las empresas. Se capacitan y terminan por irse ya que hay mucha demanda de personal capacitado y poca oferta”, comentó.

Por otra parte, las instituciones públicas y privadas de educación también realizan un esfuerzo, pero no necesariamente tienen el enfoque correcto y no se encaminan a la formación o a la preparación de las nuevas generaciones de una manera adecuada.

“Tenemos nuevas generaciones a las que todavía les falta mucha preparación para que puedan ser operadoras de nivel de manufactura de moldes, troqueles o herramentales”, comentó Treviño.

Al hablar de un esfuerzo a escala nacional, indicó Treviño, se tendría el peso específico suficiente para hacerles notar a la Secretaría de Educación Pública, a la Secretaría de Economía y a otras instituciones de gobierno que se requiere un cambio estructural en la manera de formar nuestros alumnos.

“Pudiera ser muy útil empezar a formar, en cuanto al concepto de lo que es una carrera técnica, desde los últimos años de primaria o primeros años de secundaria. No esperar hasta que entren a las escuelas técnicas. Falta matriculación, falta la masa crítica de personal, porque si tuviéramos una mayor disponibilidad de personal capacitado habría más competencia y eso elevaría el nivel técnico de nuestros propios egresados”, refirió el directivo.

En este sentido, agregó que una mayor matriculación significaría más interés de las escuelas, tanto públicas como privadas, en desarrollar mejores programas e invertir más en infraestructura y en preparación de sus mismos docentes.

Treviño indicó que dentro de sus funciones en la Dirección del Consejo de la AMMMT buscará impulsar la idea de un programa nacional de capacitación para la industria de moldes, troqueles y herramentales.

“Creo que es un trabajo que se tiene que hacer a lo largo de muchos años. Significa que nos va a tomar al menos cinco o seis años modificar el concepto del potencial que existe en las carreras técnicas con las nuevas generaciones; pero hay que comenzar a hacerlo desde ahora”, indicó.

El directivo refirió que, obviamente, la industria también tiene necesidades de inversión en tecnología y financiamiento.

Por su parte, Medrano comentó que todos los elementos de oportunidad para la industria son importantes y tienen una relevancia que en su momento y en función de la capacidad, tanto financiera como de la misma estructura de la empresa, tendrán que ir resolviendo.

“Definitivamente, para hacer un trabajo requieres una persona, una herramienta y un mercado que lo empuje. Entonces, por un lado vemos más apertura de los clientes, de los usuarios de moldes y troqueles a evaluar, a considerar la manufactura local como un verdadero potencial para sus cadenas de producción”, comentó Medrano.

Respecto a la parte de formación, el directivo indicó que el compromiso de un programa nacional de capacitación se ha explorado y con las acciones de la nueva mesa directiva de la asociación, en conjunto con Ford Motor Company, se busca atender el tema de las deficiencias o las oportunidades del sector de manera conjunta.

El camino de la tecnología y el financiamiento

De acuerdo con Eduardo Medrano, en la industria de moldes, troqueles y herramentales existe la necesidad de acortar brechas tecnológicas y se vislumbran capacidades que se pueden complementar entre empresas.

“Trabajamos ese ejercicio pensando que si bien una empresa hoy no puede comprar la máquina de más alta tecnología, pueda tener de socio al que sí la tenga y puedan producir componentes complementarios”, comentó.

Al respecto, Jorge Ayala, director de Evolución en Moldes, agregó que para aprovechar el potencial que ofrece el sector de moldes y troqueles se requieren, entre otras, facilidades crediticias para enfrentar los hábitos de pago de la globalidad de los clientes; renovar y modernizar las capacidades de maquinaria y equipo, nuevas tecnologías y mejores alcances; talleres con capacidades de formatos de mayor tamaño en moldes y troqueles, lo que incluye adquisición de equipos que satisfagan los requerimientos de los clientes en esos formatos; capacitar personal técnico; profesionalizar a las empresas para convertir los talleres en compañías de perfil competente, con tecnologías y técnicas acordes con los nuevos retos.

Cabe señalar que respecto al financiamiento para la industria, Nacional Financiera ha colocado más de 300 millones de pesos en alrededor de 115 empresas de la industria, la mayoría micro y pequeña empresa.

“Se han utilizado estos créditos para capital de trabajo, para maquinaria e incluso infraestructura, como construcción de plantas, arreglar algunas partes de estas, y afortunadamente han sido aplicados a las empresas más pequeñas, las que requieren mayor impulso”, comentó Medrano.

Agregó que la ventaja del programa de crédito de Nacional Financiera es que tiene un periodo de gracia que va desde tres hasta diez meses: “Es un crédito revolvente a siete años, que se puede seguir utilizando y ocupar una línea de crédito según se requiera, incluso para pagar deuda, esa es la parte interesante. El mayor atractivo que hoy se tiene es la flexibilidad y el soporte de Nacional Financiera, ya que estos programas se hacen a través de la banca comercial”.

Medrano refirió que los estados con mayor colocación de créditos de este programa de financiamiento de Nacional Financiera son Nuevo León, Jalisco, Guanajuato y Querétaro.

Un sector que apuesta por la colaboración

De acuerdo con Carlos Mortera, director internacional de la AMT para América Latina, durante los últimos cinco años se ha llevado a cabo un esfuerzo concertado para fortalecer a la industria, que demanda una cifra importante de producto.

“La base de clientes que buscan moldes y troqueles se encuentra en el norte, centro y occidente del país, compañías que buscan cambiar su proveedor a uno doméstico. Por ejemplo, los importantes clústeres de dispositivos médicos localizados en el norte y noroeste de México lanzaron una iniciativa para crecer su producción e incrementar el contenido de las partes producidas en los próximos tres años”, indicó Mortera.

En este sentido, Juan José Treviño refiere que en México existe una industria de moldes, troqueles y herramentales organizada, que colabora entre sí y que tiene metas en común: “Trabajamos en conjunto, hay una comunidad y esta comunidad le da fortaleza para lograr esa solidez que el mercado requiere para el desarrollo de nuestro sector”.

Por su parte, Eduardo Medrano refirió que hoy México se posiciona como un país de innovación y creador de productos, lo que implica un escalón más en la tendencia de convertirse en creador de marca en unas décadas.

“Si bien México se ha posicionado como un país de servicios y mano de obra calificada, los herramentales impulsan y potencializan esta industria y ahora más con el T-MEC y la oportunidad de la regionalización de la manufactura”, agregó.

Refirió que estas capacidades productivas se tienen que desarrollar en los siguientes cinco años, para que México dé un salto importante y contundente.

“En esta década México se tiene que consolidar como líder de manufactura de herramentales en América y en las siguientes dos décadas debe tomar la estafeta que están dejando países europeos, o el mismo Canadá, que está viendo caducar una capacidad de expertos en el sector. México debe tomar esta estafeta para que en las siguientes dos o tres décadas trascienda en el mercado mundial de moldes, troqueles y herramentales”, finalizó Medrano.

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