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De acuerdo con Deloitte, muchas empresas han invertido en MES, pero hasta la fecha, estas inversiones se han realizado en soluciones a medida que son únicas para cada fábrica.

De acuerdo con Deloitte, muchas empresas han invertido en MES, pero hasta la fecha, estas inversiones se han realizado en soluciones a medida que son únicas para cada fábrica. / Crédito: Archivo

Los principales fabricantes reconocen que las tecnologías y los datos correctos, junto con una cultura de aprendizaje y evolución, pueden ser una fórmula eficaz para lograr un valor empresarial sin precedentes, refiere el informe “Moving manufacturing forward by transforming MES” realizado por Deloitte.

El estudio de Deloitte detalla que, el 86 % de los fabricantes cree que las iniciativas de fábrica inteligente serán el principal impulsor de la competitividad dentro de cinco años. Sin embargo, solo el 5 % de los fabricantes tiene al menos una fábrica en estado completamente inteligente, y solo el 30 % tiene iniciativas de fábrica inteligente en marcha.

“Para las organizaciones que aún dependen de sistemas y operaciones heredados, es probable que no haya una línea recta hacia la inteligencia. Para mover realmente la aguja, los ejecutivos deben lanzar iniciativas holísticas que mejoren la productividad y los ahorros al tiempo que sientan las bases para operaciones revisadas, procesos estandarizados y la agilidad dinámica que pueden brindar las fábricas inteligentes”, señala el documento.

En este sentido, el informe precisa que, en componente crítico de este proceso es el Manufacturing Execution System (MES).

El avance de la manufactura mediante la transformación de MES

El documento señala que, enfrentados a una productividad estancada, los fabricantes buscan sistemas y procesos que puedan generar un nuevo valor. Añade que, la ventaja competitiva depende de la adopción de fábricas inteligentes al proporcionar a las empresas el potencial de mejora de la productividad, la eficiencia laboral y la confirmación y mejora de la viabilidad del producto con el hilo digital.

“Sin embargo, unos 10 años después del surgimiento de la Cuarta Revolución Industrial, muchos fabricantes continúan viendo desafíos en la transformación a operaciones de fábricas inteligentes”, detalla.

Interrumpir el statu quo

Las consideraciones para MES no suelen llamar la atención de los líderes empresariales, señala la firma, y añade que, muchas empresas han invertido en MES, pero hasta la fecha, estas inversiones se han realizado en soluciones a medida que son únicas para cada fábrica. Ya sea software propio o comprado, las soluciones están muy personalizadas para las operaciones locales y tienen una aplicabilidad limitada para otras fábricas. En la nueva era tecnológica, este statu quo presenta varios inconvenientes.

“Fundamentalmente, trabajar con una multitud de soluciones MES en una red global inhibe los procesos y soluciones estandarizados a nivel empresarial. Los procesos variados e inconexos del ciclo de vida de la producción (incluidas las órdenes de trabajo, el seguimiento y la supervisión) generan ineficiencias e incoherencias”, indica el documento.

Detalla que, la madurez de la capacidad de las plantas individuales puede variar ampliamente, al igual que los datos asociados con la producción, las máquinas y los productos manufacturados.

“Si los datos subyacentes son inconsistentes y están fragmentados en la red de plantas, la empresa tiene el desafío de aprovechar los conocimientos y aprendizajes en el proceso de producción y realizar mejoras iterativas que sean repetibles independientemente de la instalación de fabricación”, indica.

Refiere que, el resultado es una visibilidad y trazabilidad limitadas a nivel empresarial a lo largo de la producción y el ciclo de vida del producto. Cuando la ejecución no se rige por procesos, tecnología y datos estandarizados, frustra la competitividad y evita que las empresas adopten otras capacidades y procesos transformadores de fábrica inteligente.

“Sin duda, las fábricas se enfrentan a algunos elementos MES que son específicos de su operación local, pero la mayor parte del ciclo de vida de producción puede y debe ser consistente entre las plantas. Por lo tanto, la solución MES también debe ser consistente y, cuando lo es, libera un mayor valor”, indica el informe.

Precisa que, las eficiencias se encuentran al impulsar la sinergia en toda la red de fabricación al desarrollar capacidades a través de procesos comunes y datos unificados. Esto conduce a un conocimiento más transferible, lo que permite a los responsables de la toma de decisiones centrarse en las diferencias de procesos únicas entre las plantas.

“Un conjunto común de conocimientos resultante de datos estandarizados y procesos consistentes ayuda a las empresas a eliminar los desechos de la fabricación y aprovechar los ahorros de costos, la eficiencia y las nuevas capacidades, precisamente las capacidades necesarias para prosperar en la nueva revolución industrial”, puntualiza el documento.

Encontrar un camino rápido hacia el valor

El informe precisa que, cualquier iniciativa transformadora plantea preocupaciones sobre la cantidad de interrupciones que se producirán durante el esfuerzo. Señala que, hay preguntas válidas sobre cómo cambiar a una nueva forma de operar sin obstaculizar la productividad en el proceso.

“Afortunadamente, la transformación de MES no necesita ser una iniciativa larga que obstaculice el negocio. La prioridad es anticipar el valor para aprovechar la capacidad y las mejoras que alimentan el resto del programa. Un camino para encontrar este valor es usar una solución MES preconfigurada. Con una plantilla global, la empresa puede estandarizar MES en la mayoría de las plantas y capturar valor al principio del esfuerzo”, indica el documento.

Asimismo, señala que, una consideración persistente es si el valor realizado justifica el gasto, particularmente en un momento en que la gestión de costos es una alta prioridad para los ejecutivos.

“Existen mejores prácticas conocidas, enfoques y soluciones, y flujos de valor a partir de la alineación de la visión del cambio a nivel empresarial, así como la comprensión de cómo la transformación genera un impacto final y posiciona a la organización para adoptar otras tecnologías emergentes”, indica el documento.

Finalmente, el documento refiere que, al ver cómo la transformación respalda la estrategia empresarial, el siguiente paso es construir el caso de negocios y desarrollar un plan mediante la comprensión de las capacidades, las necesidades y los plazos. Definir el estado final permite que la empresa decida estratégicamente cómo avanzar y qué soluciones adoptar.

Para ver el informe completo visite el siguiente link.

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