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"Un molde bien hecho es una herramienta, casi una máquina": Carlos Seabra

Durante Meximold 2022 tuvimos la oportunidad de conversar con Carlos Seabra, director comercial de Simoldes Tools en México, la empresa portuguesa fabricante de moldes para la industria automotriz más grande del mundo, que estuvo como expositora en el evento realizado en Querétaro el pasado mes de octubre.

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Carlos Seabra, director comercial de Simoldes Tools en México.

Carlos Seabra, director comercial de Simoldes Tools en México.

Eduardo Tovar: ¿desde cuándo Simoldes está en México y por qué decidieron incursionar en el mercado mexicano?

Carlos Seabra: empezamos en la década de 1990 con algunas piezas para embalaje, cajas de Coca-Cola y cosas así. Ese fue el principio. Más tarde, por sugerencia de los contactos que tenemos en Europa en la industria automotriz, y como México también tiene algunos modelos que se lanzan primero en Europa y después en Estados Unidos, adelantamos proyectos con los mismos moldes, o parecidos, para los lanzamientos de los coches de nuestros clientes.

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Entonces, hace como 25 años que elaboramos moldes para acá. Para distintas empresas que tuvieron su revolución, que siguen vigentes y que compran moldes en Portugal.

ET: ustedes tenían el proyecto de abrir una planta aquí en México, ¿qué pasó?

CB: la idea de abrir una planta en México surgió alrededor de los años 2013-2014, y con el señor Rui Paulo Rodríguez (CEO del Grupo Simoldes) localizamos una persona y establecimos una empresa en el año 2015 en Puebla. Una oficina que continúa, llamada Advance Castro Services, de servicio avanzado al cliente, donde la idea es que para los moldes que llegan a México, si hay necesidad de hacer algunos retoques, tener aquí algo nuestro para hacerlo. Y hace ocho años no había tantas empresas. Pero en este transcurso tuvimos varios problemas. El primero fue con el terreno para la instalación en San Luis Potosí, donde después de adquirirlo aparecieron como cuatro dueños.

Y después, infortunadamente, nuestro empleado responsable de la empresa tuvo un problema de cáncer y murió muy rápidamente; esto frenó nuestra entrada. Al mismo tiempo, en Europa hubo un desarrollo muy fuerte y no teníamos gran necesidad de forzar otro mercado, por lo cual se desaceleró el proyecto y finalmente se abandonó.

La empresa está creada, pero falta un local donde podamos trabajar los moldes. Siempre que ha sido necesario hemos recurrido a las empresas de acá para hacer algunas cosas, pero en realidad ha sido muy poco. Porque los moldes que desarrollamos tienen un proceso de prueba muy fuerte para asegurarnos de que el molde trabaje en condiciones de producción con el ciclo previsto, con las temperaturas estipuladas de producción, de forma que no haya sorpresas cuando llegue el molde al cliente.

Tenemos un centro de pruebas para los clientes con máquinas desde 350 toneladas hasta 5,500 toneladas, donde podemos probar en condiciones de producción cualquier molde que se entregue.

ET: ¿van a montar en el futuro una planta aquí en México para atender el mercado norteamericano, que incluye Canadá y Estados Unidos?

CB: sí, porque no se puede despreciar este mercado, en mi opinión, que es grande y está conectado. El molde bien hecho es una herramienta, casi una máquina. Es una herramienta que se puede exportar bien en la región, pues hay una distancia de uno o dos días de viaje. No existe ningún problema por las distancias. Por eso nuestra idea de localizarnos aquí en México, en la zona de El Bajío. Sería una zona central donde en un día de camión llegas a San Luis Potosí, Aguascalientes, Puebla, Ciudad de México.

Todo este potencial alrededor de estos estados cerca de Guanajuato es enorme. Y muchas de sus empresas están conectadas con Estados Unidos, porque también los coches que se montan aquí se van para allá. Por eso vemos factible un polo de producción acá, aunque todavía necesita un poco de más desarrollo en cuanto a proveedores, como en el caso de los aceros.

ET: llevas un año viviendo en Querétaro. Me habías comentado que te han sorprendido muchos aspectos de manera positiva. ¿Qué les hace falta en tecnología a los fabricantes de moldes mexicanos, por lo que has podido conocer?, ¿y qué falta para fortalecer toda esa cadena de proveeduría, concretamente de la industria automotriz, en la que ustedes están enfocados?

CB: primero, la formación. De las universidades, que deben averiguar de forma directa lo que necesitan las empresas locales, en términos de conocimiento sobre polímeros y mecánica, sectores extremadamente específicos y que no se aprenden en las universidades porque no existe conexión entre la vida real de las empresas y la academia. Se deben juntar estas sinergias, puesto que a lo mejor en la universidad se enseña Ingeniería Mecánica, no muy adaptada al sector de moldes. Pero como no hay muchas empresas de moldes, ¿para qué formarlos? Este es un dilema muy real y difícil de resolver. Sin embargo, pienso que se debería empezar un poco por la formación que se está dando.

Luego viene la parte de la cadena de suministro. Porque hay elementos muy específicos. Uno de ellos, el acero. Es importante que se pueda crear un molde y que en 24 horas puedas tener lo que necesitas en el sector. Que no se tenga que importar de Europa ni que se quede dos semanas en la aduana.

Para poder resolver un problema de una pieza, a veces sencilla, debe existir una red creada. Pero es un dilema, porque para que la gente pueda venir a México tiene que existir quién compre, quién produzca y quién venda. Y ese equilibrio se logra con el tiempo.

La industria de moldes es muy fuerte en Europa y exporta sobre todo a Europa, pero también a Estados Unidos. Exportamos para todo el mundo porque se creó este clúster que se soporta mutuamente y eso es superimportante. Y si no existe, cualquier empresa puede bajar los brazos e irse.

Precisamente, hace unos años se creó Mexportools aquí en San Luis Potosí, con algunas empresas portuguesas y una asociación para capacitación y desarrollo de proyectos en México. En Portugal tenemos prácticamente una universidad dentro Simoldes para capacitar a casi todos los operarios, y los mejores se quedan ahí, en las plantas de Simoldes.

La industria de Portugal tuvo bastante suceso en su inicio porque se crearon las escuelas industriales. Cuando sales del segundo ciclo tienes 14 años y la posibilidad de entrar en una escuela comercial o industrial, o en el liceo, para darte acceso a un trabajo profesional. Y esta escuela industrial formó a los hoy jubilados de la industria de moldes. Todos pasaron por esta escuela industrial en donde tenían fresadoras, limpiadores, tornos y toda la maquinaria para el entrenamiento y la formación en la industria de moldes que apenas empezaba.

Esos operarios podían trabajar una fresadora para hacer el inserto de un molde. Eso duró bastantes años, las décadas de 1960 y 1970, pero en la de 1980, por una remodelación que se hizo en Portugal con la formación de estas escuelas industriales, la eliminaron. Fue un desastre para la industria de moldes, que todavía sufre un poco por esa situación. Se intenta corregir esto, porque era un manantial de formación que alimentaba la industria y que fue una de las causas para el proceso actual de la industria de moldes.

Ahora se intenta recuperar ese modelo y, afortunadamente, también en las universidades. Hay una cerca de Oliveira de Azeméis, y con el Politécnico, hay dos polos de moldes para el vidrio.

La mayor fábrica de vidrio estaba en Oliveira de Azeméis, en los años veinte. Pero después se creó también en Marinha Grande, con una fábrica-escuela de unos ingleses, porque la materia prima para el vidrio, la arena de buena calidad, estaba por allá y también la madera para los hornos.

Estas condiciones crearon la industria del vidrio de Portugal y, por consecuencia, la industria de moldes, que siguen siendo los dos polos industriales del sector en Portugal. También se está recuperando la formación en la Universidad de Aveiro, cerca de Oliveira de Azeméis, que tiene cursos específicos para los moldes, y donde algunos profesores son empleados de las empresas de la región.

Diversas clases en esa universidad son dadas por nuestros empleados y también hay unos programas de intercambio entre escuela y universidad, bastante interesantes, para mantener este conocimiento de raíz. Y hay 100 % de empleo para la gente que sale de estos pasillos para las empresas.

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