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Industria petrolera en México: urgen inversiones en exploración y producción

El sector petrolero mexicano experimentó un descenso en 2023, principalmente por la disminución en la exploración y extracción en aguas someras.

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Los precios internacionales del petróleo, influenciados por factores como el recorte de producción de países productores y la disminución de inventarios, tienen un impacto positivo en la producción petrolera de México al incentivar la extracción.

Los precios internacionales del petróleo, influenciados por factores como el recorte de producción de países productores y la disminución de inventarios, tienen un impacto positivo en la producción petrolera de México al incentivar la extracción.

Hasta el tercer trimestre de 2023 la producción petrolera total de Petróleos Mexicanos (Pemex) —incluida la de socios y condensados— promedió 1,871 millones de barriles diarios, cifra menor a la registrada en el trimestre previo, de 1,903 millones de barriles diarios.

Esta baja en la producción petrolera interrumpió una tendencia creciente mostrada desde el tercer trimestre de 2020, refiere un análisis económico de BBVA Research.

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En este sentido, el Reporte sobre las economías regionales del periodo julio-septiembre de 2023, elaborado por el Banco de México, refiere que la extracción de petróleo y gas registró un desempeño débil en el país. Entre los factores que limitaron esta actividad hasta el tercer trimestre de 2023, se destacó que la extracción de bloques en aguas someras experimentó una caída.

Impacto de la falta de licitaciones en la inversión petrolera

De acuerdo con la percepción de directivos empresariales del sector —señala el reporte— la ausencia de nuevas rondas de licitación por parte de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) ha desalentado la entrada de nuevos inversionistas al sector.

“En opinión de los directivos, esto ha restringido la disponibilidad de recursos para la exploración y explotación de nuevos yacimientos”, indica el documento.

Al respecto, el reporte añade que algunos directivos empresariales percibieron que se mantiene una inversión relativamente baja; en especial, mencionaron este factor en la Sonda de Campeche, pese a los esfuerzos de Pemex por contrarrestar la declinación natural de los centros productivos maduros.

No obstante, el reporte detalla algunos factores que han impulsado la extracción de hidrocarburos y destaca una tendencia al alza en los precios internacionales del petróleo, atribuida, principalmente, al recorte en la producción por parte de Arabia Saudí a partir de julio, así como a la disminución de los inventarios de petróleo en Estados Unidos.

La influencia de los precios internacionales en la producción petrolera

Otro factor comentado por los directivos empresariales del sector es la estabilidad en la producción de crudo.

“Esto, en su opinión, está asociado con la incorporación de pozos de la estrategia de campos nuevos en Quesqui, Tupilco Profundo, Racemosa, Ixachi, Itta, Teca, Esah, Xanab-SE, Tlalkivak, Pokche-NE, lo que se sumó a la finalización de pozos de campos en explotación, como Ayatsil, Balam, Maloob, Sihil y Sini, que forma parte de una estrategia de Pemex para apresurar la entrada en producción de los campos prioritarios”, indica el documento.

Añade que en Tabasco, debido al aumento de la actividad energética en esa entidad, se observó una mayor demanda de Pemex por actividades de mantenimiento preventivo y correctivo en los diferentes campos terrestres.

Los directivos consultados también señalaron que se mantuvieron en desarrollo los pozos petroleros en el activo de Ixachi, lo que se reflejó en una mayor actividad de las empresas proveedoras de servicios, en particular, de las especializadas en perforación de nuevos pozos.

Asimismo, resaltaron que Pemex ha incrementado su producción de gas natural en la región, lo que requiere que se construya infraestructura para su transporte a los centros de procesamiento, con el propósito de favorecer la contratación de servicios relacionados.

Los contrastes de Pemex

De acuerdo con el director general de Pemex, Octavio Romero, en 2019 se producían 1,701 millones de barriles diarios, en contraste con la producción al cierre de 2023 que ascendió a 1,871 millones de barriles diarios, de los cuales el 30 % proviene de campos nuevos y el restante de campos maduros.

“En cuanto al procesamiento de crudo, al término de la administración pasada solo se procesaron 519 millones de barriles diarios, en comparación con los 1,064 millones de barriles diarios producidos al cierre de 2023, de los cuales 794 millones de barriles diarios los produjo el Sistema Nacional de Refinación (SNR) y 270 millones de barriles diarios la refinería de Deer Park”, indica Romero.

Añade que con la apertura de la refinería Olmeca la producción aumentará, y que se pretende llegar a los 1,798 millones de barriles diarios en 2026.

Sin embargo, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), entre enero y septiembre de 2023 Pemex y sus socios extrajeron la menor cantidad registrada de petróleo crudo (sin incluir condensados) para un periodo similar en los últimos 13 años (2011-2023).

“Además de la caída de la plataforma de producción de petróleo, la elaboración de gasolinas y diésel por parte de la petrolera durante los primeros nueve meses del año registró un retroceso en comparación con la observada en el mismo lapso de 2022”, refiere el documento.

Incremento en la producción de gas natural: un nuevo horizonte para Pemex

Asimismo, la producción de gasolinas y diésel por parte de Pemex en los primeros nueve meses de 2023 fue menor a la observada en el mismo periodo de 2022, en tanto que el combustóleo representó una tercera parte de la producción total de petrolíferos de Pemex en los primeros nueve meses de 2023.

En cuanto a los proveedores, el reporte del Banco de México refiere que los directivos que proveen servicios a Pemex señalaron que la demanda de servicios de consultoría y asistencia para la extracción de hidrocarburos en Tabasco presentó un incremento.

“Esto fue resultado, en su opinión, de que Pemex obtuvo ingresos remanentes, vía ventas al exterior, para destinar a inversión, por el incremento en los precios internacionales de los hidrocarburos”, puntualiza el documento.

Esa inversión, en especial, se materializó en los campos y pozos prioritarios de Tabasco y Veracruz, consideran los entrevistados.

Sin embargo, las fuentes consultadas reportaron el rezago en el pago a empresas proveedoras de Pemex, lo que sigue afectando la liquidez de estas.

Adicionalmente, los directivos resaltaron que en el sector aún se observa escasez de personal calificado, y alta rotación de trabajadores.

“Los trabajos de construcción en la refinería Olmeca siguen absorbiendo una parte importante de la fuerza de trabajo disponible”, señala el documento.

La iniciativa privada y su rol en la industria petrolera mexicana

Datos de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI), refieren que de 2016 a 2022, en el contexto de la reforma energética, se ejecutaron 67 proyectos de exploración superficial también conocidos como ARES.

La industria ha registrado 19 descubrimientos en los contratos asociados a las rondas de licitación. Los recursos estimados de estos yacimientos ascienden a más de 1,772 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.

Asimismo, entre 2017 y 2022 se incrementaron cinco veces las reservas de petróleo y gas natural asociado a los contratos. De igual manera, la producción de hidrocarburos alcanzó los 100,000 barriles diarios de petróleo y los 216 millones de pies cúbicos diarios en febrero de 2023.

“Se generaron 62,000 empleos totales (14,000 directos) hasta diciembre de 2022 por la industria de hidrocarburos. Además, las inversiones en contenido nacional, de 2016 a 2022, sumaron 4,442 millones de dólares”, detalla la asociación.

El organismo refiere que la industria de hidrocarburos tiene una inversión aprobada de 46,980 millones de dólares para un plazo de 2016 a 2048. De este monto ya se han ejecutado 27,075 millones de dólares que incluyen pagos al Estado, pago por información, inversiones en contratos y transferencias a Pemex.

Perspectivas para la industria

De acuerdo con el Latin America Energy Outlook, elaborado por la Agencia Internacional de Energía, América Latina y el Caribe produjeron más de 8 millones de barriles de diarios de petróleo en 2022, con un valor de producción de 230,000 millones de dólares.

El documento refiere que los mayores productores de la región actualmente son Brasil, México, Colombia, Venezuela y Argentina, países que se encuentran en diversas etapas de desarrollo de sus recursos.

“Con grandes fuentes de petróleo y gas, la región puede ayudar a diversificar el suministro de petróleo y gas en el corto plazo”, añade el estudio.

En este sentido, el Reporte sobre las economías regionales, elaborado por el Banco de México, señala que en la región norte de México se anticipa que continuará en aumento el flujo de inversión extranjera para financiar la exploración petrolera en aguas someras de Tamaulipas, luego de la reducción que registró durante la pandemia de COVID-19.

Además, en la región sur del país se espera que con los elevados precios internacionales del petróleo se incentivará la extracción de este hidrocarburo. Esto generará un aumento en la demanda de insumos para la producción petrolera, lo que favorecerá la exportación, principalmente a Estados Unidos, de tubería especializada necesaria para mantener o ampliar las instalaciones en ese sector.

Por su parte, la AMEXHI refiere que México está en riesgo de reducir su actividad petrolera ya que en los siguientes meses al menos veinte planes de exploración de los setenta vigentes llegarán a su fin. Igualmente, al menos 7 de los 109 contratos de exploración y producción ya solicitaron a la Comisión Nacional de Hidrocarburos la terminación anticipada de los contratos.

“La terminación de estos proyectos y contratos, si bien no implica que las empresas dejarán de operar en el país ni que el trabajo ha sido inocuo (debido a la generación de información técnica que aprovechará el Estado y a la derrama de inversiones, empleos y desarrollo social), sí son la antesala de una desaceleración de las actividades en la industria de hidrocarburos que será progresiva en tanto no se reconcursen estas y otras áreas para seguir estudiando el potencial petrolero de México que, en su mayoría (más del 52 %) está ocioso”, puntualiza la asociación.

De acuerdo con Andrés Brügmann, vicepresidente de AMEXHI, la continuidad de las actividades es particularmente necesaria pues se demandará cada vez más energía y esta necesitará generarse con todas las fuentes disponibles, incluidos los hidrocarburos.

“México requiere políticas públicas claras, inversiones y medidas regulatorias ágiles para continuar desarrollando el potencial de petróleo y gas natural del país. Necesita la fórmula donde gobierno, Pemex e industria privada trabajemos en conjunto para, en el largo plazo, satisfacer la demanda creciente de energía”, agregó Brügmann.

Cabe señalar que, de acuerdo con un análisis de BBVA Research, para alcanzar las nuevas metas de producción petrolera de los siguientes años será necesario que Pemex frene el declive en la producción petrolera de campos maduros e incremente significativamente la producción aportada por los nuevos campos.

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