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La industria automotriz supera expectativas en la primera mitad de 2018

Muchos factores económicos han presionado y continúan presionando fuertemente a la industria automotriz en 2018.

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Muchos factores económicos han presionado y continúan presionando fuertemente a la industria automotriz en 2018. Los altos niveles de empleo y las ganancias salariales son dos factores importantes detrás de los recientes resultados de la industria automotriz que han superado las expectativas de muchos expertos de finales de 2017. En contra de estos factores hay un panorama financiero erosionado, en el cual los bancos están menos dispuestos a proporcionar crédito y las tasas de incumplimiento de préstamos de vehículos están más cerca de su punto máximo durante la gran recesión que de sus niveles a largo plazo antes de 2008. El reciente efecto neto de estas influencias ha compensado una a la otra en gran parte, sino en parte, en beneficio de la industria. En la primera mitad de 2018, las ventas mensuales de camionetas y vehículos SUV se mantuvieron cerca del mercado de un millón de unidades, mientras que las ventas de automóviles durante el segundo trimestre se mantuvieron estables, deteniendo una tendencia a la baja en las ventas de automóviles.

Si bien las razones exactas para el futuro de una empresa determinada pueden ser exclusivas de las circunstancias de esa empresa, los resultados colectivos de estos pronósticos pueden arrojar luz sobre la dirección general que la industria se va a tomar en los próximos meses y años. La revisión de las proyecciones financieras de Wall Street de 23 empresas automotrices con ingresos acumulados en el primer trimestre de 2018 de 223,000 millones de dólares revela una sombría perspectiva para la industria entre el segundo trimestre de 2018 y mediados de 2020. Se prevé que las ganancias y los ingresos totales para finales de 2018 sean ligeramente mejores que hace un año. Sin embargo, las proyecciones acumulativas para 2019 indican una tendencia a la baja o levemente a la baja en los ingresos y las ganancias por contratación.

Aunque no se proyectan los datos “GBI” del Índice de Negocios Gardner, el examen de solo los datos automotrices dentro de los datos parece apoyar la noción de Wall Street de que la industria necesita prepararse para un entorno más desafiante a partir de 2019. En los cinco trimestres que finalizaron en el primer trimestre de 2018, los datos de Gardner mostraron a los nuevos pedidos y la producción como los factores económicos de más rápido crecimiento de la industria. Sin embargo, para el segundo trimestre de 2018, las lecturas de nuevos pedidos y producción se habían reducido, dando paso a lecturas más altas para entregas de proveedores y empleo. Generalmente, estos se consideran indicadores retrasados ​​ya que ambos son más lentos para responder al crecimiento económico. Si bien esta transición de impulsores no es garantía de una desaceleración económica inmediata, es consistente con una industria saliendo de tiempos de expansión.

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