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Las nuevas armadoras, ¿comprarán en México?

Como ya hemos mencionado en artículos anteriores, y como es sabido por todos, el 80% de los vehículos ligeros fabricados en México son exportados a diversas partes del mundo.

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Como ya hemos mencionado en artículos anteriores, y como es sabido por todos, el 80% de los vehículos ligeros fabricados en México son exportados a diversas partes del mundo.


Para acceder a esos mercados las armadoras basan su comercio exterior en los tratados y acuerdos de libre comercio que México tiene negociado con más de 45 países en el mundo.


Para cumplir con lo establecido en estos tratados, los vehículos producidos en México deben de alcanzar un contenido de fabricación regional de diferentes alcances en cada región, según diversas fórmulas de las cuales no entraré en detalles en esta  ocasión, pero en términos generales se debe cumplir con los siguientes índices de contenido regional:
                                             Nafta (USA + Canadá)  = 60%
                                             Eufta               (Europa)                        =             40%
                                             Ace 55              (Brasil+Argentina) =             35%

Estos índices obligan a las armadoras a comprar componentes o autopartes en la región, pero una autoparte producida en Canadá e incorporada en un auto hecho en México es válida para el contenido NAFTA, pero no así para el resto de los tratados, mientras que una parte producida en México contabiliza para todos los tratados, y eso es lo valioso de una autoparte manufacturada en nuestro país.


Como se muestra en la gráfica, hace diez años el 85% de nuestra exportación iba a Estados Unidos. Hoy esta alta dependencia sigue, pero hemos mejorado nuestra diversificación y ahora es del 71%, y hay otros países creciendo. Esto está llevando a que las armadoras de autos tengan cada vez más la presión de comprar sus autopartes en territorio mexicano.


Los fabricantes nuevos que están llegando a nuestro país, como Mazda, Honda, Audi, Mercedes Benz, Infiniti, Kia, BMW y Toyota, tienen que cumplir con estos contenidos regionales para poder vender sus autos en esos mercados,  por lo que deben comprar autopartes de la región a donde quieren exportar o, mejor aún, en México como ya expliqué.


Para una armadora nueva en México se tiene la consigna de lanzar al mercado  el automóvil que se ensamblará en la línea de fabricación en la fecha indicada con la calidad y productividad preestablecida y no se permiten cambios en las fechas. Pero ampliemos los riesgos que estas grandes marcas y proyectos enfrentan cuando se trata de una nueva planta: País nuevo / Fábrica nueva / Mano de obra nueva / Producto o automóvil nuevo / ¿Proveedores nuevos?


Definitivamente, la única variable que pueden controlar o eliminar es la de proveedores nuevos. Por ello, las nuevas fábricas deciden traer a los proveedores conocidos y con los que han trabajado por años, esto con el propósito de cumplir con los contenidos regionales que se requieren.


En la segunda generación del automóvil, o en el rediseño del exterior o interior, las armadoras ya eliminaron tres de los cuatro riesgos que enfrentan. Es decir, ya no tienen ni el país, ni la fábrica, ni la mano de obra nuevas y solo se enfrentan al auto nuevo. Es, entonces, cuando voltean a buscar nuevos proveedores que les sean competitivos y complementarios a los primeros que han llegado.


Por lo anterior, no esperemos que las nuevas armadoras compren autopartes hechas en México que no sean de sus propios proveedores en su primera generación de producción.


Estoy más que convencido que el gran incremento de compra y beneficio a la industria de autopartes hoy establecida vendrá en la siguiente generación, es decir, dentro de cinco años.


No desesperemos: esta industria se construye paso a paso y es así como hemos llegado al nivel mundial de producción que hoy ostentamos, quinto del mundo, solo detrás de China, Japón, Estados Unidos y Alemania.
 

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