Publicado

El reto del coronavirus en la manufactura mexicana

Hay que considerar que, fuera de lo trascendentales de las actividades del sector metalmecánico, está de por medio la sostenibilidad de las industrias aeroespacial y automotriz, sustento de miles de familias mexicanas.

Compartir

Centro de mantenimiento y reparación (Querétaro). Control endoscópico de un motor CFM56-5. Foto: Philippe Stroppa / Snecma / Safran.

Centro de mantenimiento y reparación (Querétaro). Control endoscópico de un motor CFM56-5. Foto: Philippe Stroppa / Snecma / Safran.

Cuando escuché por primera vez sobre el coronavirus lo vi como un caso lejano de una provincia en China, pero nunca imaginé que unos casos aislados de una supuesta neumonía en la ciudad de Wuhan se fueran a convertir en el virus mortal que, según datos de la OMS, ha afectado a 4 millones de personas en más de doscientos países, cuya cifra de muertes ya está llegando a las 300,000 víctimas.  

El coronavirus llegó a nuestra realidad y nos cambio la vida. Cientos de gobiernos en el mundo han tomado la decisión de decretar un confinamiento obligatorio forzando a que miles de empresas dedicadas a la producción reduzcan sus horarios, programen procesos a medio tiempo o incluso hagan un paro total de actividades. Solo las actividades económicas catalogadas como “esenciales” están autorizadas a seguir trabajando.

Precisamente, en el caso que nos toca a nosotros como sector metalmecánico, las asociaciones de la industria automotriz y aeroespacial le han manifestado al gobierno federal que las considere como una actividad esencial, teniendo en cuenta que son un eslabón importante en la cadena de producción, ya que se trata de actividades que soportan el transporte de carga y mercancía comercial (tanto por aire como por tierra) que hace posible que víveres, medicinas, equipos e insumos médicos lleguen a los destinos en todos los rincones del territorio mexicano.

Pero no solo ponen en consideración que sean una actividad esencial por el argumento anterior, sino que también hay de por medio importantes contratos comerciales con los fabricantes OEM más reconocidos del mundo que deben continuar con el abastecimiento imprescindible de partes y refacciones, para que tanto las flotas aéreas como terrestres puedan cumplir con la misión de seguir transportando mercancía esencial de manera eficiente y segura.

También hay que considerar que, fuera de lo trascendentales que son estas actividades industriales, está de por medio la sostenibilidad de las industrias aeroespacial y automotriz, sustento de miles de familias mexicanas y que se ven peligrosamente expuestas a una crisis económica si el gobierno no toma unas medidas especiales para protegerlas.

Por supuesto, ambos gremios son conscientes de la situación de salud que estamos atravesando por el COVID-19 y, por ello, están aplicando las medidas preventivas más rigurosas, no solo las recomendadas a nivel local, sino las que están aplicando en las casas matrices de las OEM, basadas en las prácticas y la amplia experiencia en el tema de estas empresas multinacionales.

Así las cosas, las asociaciones y clústeres aeroespaciales y automotrices esperan que el gobierno tenga en cuenta estas consideraciones para que, al menos parcialmente, sus plantas puedan funcionar para cumplir con los compromisos adquiridos con las empresas internacionales que han depositado su confianza en la manufactura y el ingenio mexicano.

Mas, toda esta situación nos ha hecho cambiar en todos los ámbitos de nuestras vidas. Muchos hemos tenido que hacer teletrabajo o home office, otros han tenido que cambiar sus turnos de producción o replantear la manera de configurar su negocio. Lo cierto es que luego de que pase esta coyuntura no podemos seguir siendo los mismos, ni a nivel personal, familiar, social, ni empresarial.

La enseñanza principal, tal vez, es que debemos aprender a trabajar con poco y de manera restringida. ¿Qué tal si trabajando 7/24, ahora hacemos turnos regulares de día, con toda la plantilla de operarios, pero en la noche adaptamos la producción a un sistema desatendido. Así seremos flexibles y en el momento en que se nos presente otra contingencia, ya estaremos preparados. Soldado avisado no muere en guerra…

CONTENIDO RELACIONADO