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La entrada en vigor del T-MEC: retos y oportunidades

El nuevo T-MEC podría representar ajustes en procesos productivos, reingeniería de productos, así como un análisis de la proveeduría actual de insumos.

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Foto: Gobierno de México

El 29 de junio se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto promulgatorio del protocolo por el que se sustituye el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) por el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). 

Algunos aspectos relevantes del T-MEC incluyen el que tendrá una vigencia de 16 años después de su entrada en vigor. Sin embargo, podrá renovarse por otro periodo igual. Asimismo, habrá una revisión conjunta a más tardar a los seis años de la entrada en vigor.

La entrada en vigor de este nuevo acuerdo comercial, programada para este primero de julio de 2020, supone una serie de retos y oportunidades para diversas industrias del país como son la automotriz, autopartes y aeroespacial, entre otras.

Oportunidades del T-MEC para la industria automotriz

La consultora PWC refirió que la industria automotriz de nuestro país deberá prestar especial atención a las modificaciones establecidas en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pues podrían representar ajustes en procesos productivos, reingeniería de productos y ubicación de instalaciones, así como un análisis de la proveeduría actual de insumos. Algunos de los principales cambios incluyen:

  • Súper partes
    • Se crea una provisión de súper partes, como motores y transmisiones.
    • Las 7 partes principales del vehículo deben ser 100% originales.
  • Contenido de Valor Regional (RVC)
    • El RVC cambia de 62.5% a 75% en 2023 para vehículos automotores (ligeros).
    • Las partes automotrices se dividen en tres principales: Núcleo, Principal y Complementario.
    • Las tres categorías de piezas modifican su RVC, desde el 50% por el costo neto, y el 60%, por el valor de la transacción, hasta el 75% y el 85%, respectivamente.
  • Acero y aluminio
    • 70% de las compras de acero y aluminio deben ser originarias.
  • Mano de obra regional
    • Se crea una provisión de Contenido de Valor Laboral.
    • Al menos el 40% de los gastos laborales deben provenir de empleados con salarios de al menos 16 dólares por hora, divididos en varias categorías (para 2023).

De acuerdo con Oscar Albín, Presidente Ejecutivo de INA, ante la entrada en vigor del T-MEC, la industria tiene que estar preparada para aprovechar los beneficios de este tratado, donde las reglas de origen serán muy importantes y los temas laborales serán de coyuntura.

Por su parte, Miguel Elizalde, Presidente Ejecutivo de la ANPACT, indicó que con el tema de la entrada en vigor del T-MEC, con nuevas reglas de origen automotriz, comienza una nueva era en el comercio exterior de México con Estados Unidos y Canadá.

“Es un tratado con estándares más altos, inclusivo, que reforzará las cadenas de valor de Norteamérica. Además, cuenta con reglas de origen automotriz más estrictas y con nuevos requisitos. De igual manera, cuenta con reglamentaciones uniformes, las cuales tenían que definir aspectos importantes de los nuevos requisitos como la fórmula y definiciones del VCL y cobertura de acero y aluminio”, señaló Elizalde.

De acuerdo con Fausto Cuevas, Director General de AMIA, este acuerdo es de vital importancia si la industria quiere seguir siendo el motor de la economía en México.

“El reto es complicado. En particular para los fabricantes de vehículos ligeros es incluso más complicado, porque tenemos que cumplir con requisitos que no estaban contemplados en el acuerdo anterior”, indicó.

Señaló que, ante ello, fue muy importante que se dieran a conocer las reglamentaciones uniformes: “Aunque para nosotros fue un poco tardío, porque no hubo tiempo suficiente para tener un análisis detallado de cómo se estaría dando el cumplimento a esta nueva reglamentación. Sin embargo, en el caso de AMIA, prácticamente todas las empresas fabricantes de vehículos ligeros pudieran estar solicitando un régimen de transición alternativo y, en este sentido, lo que sucedes es que son planes individuales que cada empresa deberá presentar ante los gobiernos de los tres países a afecto de que le sean aprobados, y en su caso tener un período de transición distinto al que establece el T-MEC”.

Refirió que estos regímenes permitirán adecuar los planes de cada empresa para dar cumplimiento a los nuevos requerimientos.

Cabe señalar que la Secretaría de Economía publicó en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo por el que da a conocer a los productores de vehículos de pasajeros o camiones ligeros de América del Norte los procedimientos para la presentación de solicitudes para utilizar un Régimen de Transición Alternativo establecido en el Apéndice al Anexo 4-B del Capítulo 4 del Tratado entre los Estados Unidos Mexicanos, los Estados Unidos de América y Canadá (T-MEC).

El acuerdo refiere que, durante un periodo de tiempo limitado, los productores de vehículos de pasajeros y camiones ligeros de México, Estados Unidos y Canadá, podían solicitar una alternativa al régimen estándar de las reglas de origen para mercancías automotrices para el tratado entre México, Estados Unidos y Canadá.

“El régimen de transición alternativo difiere del régimen de transición estándar que prevé el Apéndice Automotriz, al proporcionar tiempo adicional y un periodo de transición diferente para cumplir con las reglas de origen para vehículos de pasajeros y camiones ligeros que prevé el tratado entre México, Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, no reemplaza cualquier otra regla de origen, ni disposiciones de aplicación general para dichas mercancías, para efectos de solicitar el trato arancelario preferencial conforme al tratado antes referido”, puntualiza el acuerdo.

El documento refiere que los importadores de ciertos vehículos de pasajeros o camiones ligeros tendrán dos años adicionales, es decir, cinco años en lugar de tres, para cumplir los requisitos, y los vehículos tendrán diferentes porcentajes de valor de contenido regional y valor de contenido laboral.

De acuerdo con la consultora PWC, las armadoras de autos afectadas por los cambios en las reglas de origen del T-MEC para bienes de la industria automotriz deben actuar rápidamente para examinar su potencial para cumplir con los porcentajes de VCR más altos, incluido el requerimiento de partes principales, los requisitos obligatorios para compras de acero y aluminio y los requisitos de VCL.

“Con la entrada en vigor del T-MEC el 1 de julio, las compañías deben evaluar los impactos del tratado en sus negocios analizando las instrucciones de implementación provisional de la Secretaría de Economía”, señala la firma.

Aeroespacial

De acuerdo con Felipe Sandoval, Presidente de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (FEMIA), un aspecto clave para el sector es la consolidación de México como socio estratégico y confiable para Estados Unidos y Canadá a través del T-MEC.

“México se consolida como el principal socio de cadena de valor para integrarse en el mercado norteamericano. Esto es realidad y una herramienta que debemos de maximizar”, señaló.

En este sentido, un reporte de TMF Group señala que en la región de América del Norte las tres economías están altamente interconectadas en las cadenas de suministro regionales y el T-MEC les da la seguridad para hacer inversiones.

"Dado el nivel de riesgo geográfico, incluso después de que las cadenas de suministro a nivel mundial vuelvan a funcionar plenamente, muchos de los que realizan operaciones multinacionales buscarán diversificar las cadenas de suministro como parte de sus planes de expansión nacionales e internacionales", dijo Mark Weil, Director Ejecutivo de TMF Group.

Gestión del negocio

De acuerdo con César Buenrostro, Socio Líder de Comercio Internacional y Aduanas de KPMG en México, para poder negociar con países no miembros del T-MEC será necesario haber notificado a los otros socios por lo menos tres meses antes de comenzar las conversaciones; las contrapartes revisarán la propuesta y podrán solicitar modificaciones. En caso de que el país firme un tratado sin la aprobación de los socios, se daría por terminado el acuerdo.

“Para evaluar el impacto de estas medidas en la cadena de suministro y adaptarse a los cambios, las empresas necesitan una metodología de planeación orientada a corto y a largo plazo”, indicó.

Señaló que la metodología puede segmentarse en cuatro puntos relacionados principalmente con los cambios en las reglas de origen:

  • Análisis de impacto: Examinar las consecuencias específicas de las nuevas reglas de origen, así como estimar el impacto financiero de cambios benéficos y los que no lo son tanto.
  • Asesoría operacional: Identificar y validar los nuevos requerimientos de información para la calificación de origen y configuración de los sistemas existentes, transitando hacia la automatización de procesos, revisando los términos de los contratos e identificando lagunas y riesgos, así como validando clasificaciones arancelarias y costeo.
  • Mitigación y optimización para mejorar resultados: Analizar el uso de la regla de materiales intermedios, los ajustes con respecto a las reglas de contenido regional, los cambios en los procesos de manufactura y la relación con los proveedores.
  • Implementación: Desarrollar casos de negocio específicos, asegurando los recursos internos y externos necesarios, así como los sistemas y la ejecución de medidas orientadas hacia la eficiencia.

 “Con estos elementos, las organizaciones tienen la capacidad de asumir el T-MEC no como un riesgo, sino como una oportunidad de negocios, que podría traducirse en una mayor rentabilidad y crecimiento, aprovechando la innovación como una llave para hacer frente a los desafíos derivados de la nueva dinámica regulatoria”, puntualizó Buenrostro.

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