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Desde su creación en 2014, la Asociación Mexicana de Manufactura de Moldes y Troqueles (AMMMT) se ha preocupado por el desarrollo y la promoción de los fabricantes de moldes en el país. Una de sus iniciativas más significativas, realizada en coordinación con CAPIM (Cadena de Proveedores de la Industria de México), ha sido el “Programa de Impulso al Sector de Manufactura Avanzada de Moldes, Troqueles y Herramentales” dentro del marco de promoción a los sistemas de capacidades productivas de México. El programa también ha contado con el apoyo de ProMéxico, Bancomext, Canieti, Concamin, Ampip y la Industria Nacional de Autopartes.

El propósito primordial de este programa es impulsar el sector mexicano de manufactura avanzada de moldes, troqueles y herramentales en la cadena de valor de la industria en México para lograr un mayor contenido nacional y, de esa manera, gestionar el incremento de la eficiencia en las decisiones de compra de insumos de la industria en el país. Ese análisis junto con la vinculación industrial inteligente, fundamentados en información técnica actualizada y un programa de capacitación técnica de las empresas del sector, busca el incremento de la productividad y la estimulación del proceso de articulación productiva.

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Al respecto, Eduardo Medrano, presidente de la AMMMT, manifestó que el programa se compone de tres elementos principales que vinculan, integran y robustecen al sector: “el primero es el mapeo de la capacidad. La oferta de moldes, troqueles y herramentales en México hasta hace poco era inexistente, pero no porque no hubiera proveedores o empresas, sino porque no había datos. Cuando la Secretaría de Economía declara a este segmento como estratégico y con la coincidencia del interés de la AMMMT, iniciamos el mapeo de estas capacidades que, finalmente, busca reconocer cuál es la capacidad real de manufactura en México, con qué se hace, cómo se hace, y cuál sería la tendencia de integración para solventar la demanda actual de herramentales”.

El segundo elemento es un estudio de mercado de la demanda, con el cual se buscó identificar de manera objetiva qué tipo de herramentales, moldes y troqueles se requieren pero, lo más importante, qué es lo que se puede hacer en México. Y el tercer elemento del proyecto viene con una capacitación de un número determinado de empresas, para robustecer su modelo de operación, sus prácticas de manufactura e incluso hasta el mismo concepto del nicho de aplicación.

Finalmente, lo que se busca es vincular la oferta con la demanda “en un ejercicio objetivo de poder ayudar a la manufactura local, ya que el 95% de los moldes, troqueles y herramentales que se usan en México son importados”, afirma Eduardo Medrano. “Se trata de un mercado que se ha estimado tenga un valor por arriba de los 8,000 millones de dólares al cual México –por falta de integración y de reconocimiento de esta capacidad– no ha logrado acceder de manera importante”.

La intención de la AMMMT mediante este mapeo y el programa de impulso es identificar la demanda y ayudar a las empresas a robustecerse a través de capacitación para reemplazar una cantidad importante de esas importaciones. Según Medrano, la meta final de la AMMMT proyectada, para el año 2030, es que el sector cobre relevancia y se pueda lograr al menos entre 40 y 50 por ciento de manufactura local de moldes en México. En los últimos tres años el sector de moldes en el país ha crecido de 30 a 40 por ciento. “Actualmente, el sector de moldes para plástico importa 2,000 millones de dólares y es un mercado en crecimiento al que debemos darle mucha importancia para cubrir las necesidades de la industria con producción local”, explica Medrano.

De acuerdo con René Mendoza, Coordinador Nacional de CAPIM, “existía un mito de que no había proveedores nacionales que manufacturaran moldes, troqueles y herramentales, y hemos podido identificar a más de 108 empresas proveedoras en México, que tienen algún tipo de servicio para el sector”, refiriéndose al encuentro de negocios del evento “Moldes, Troqueles y Herramentales México”, organizado el año pasado en Querétaro por la AMMMT.

Capacitación, capacitación y más capacitación

Cada vez es más recurrente escuchar en los foros del sector la necesidad que hay en México de capacitar a los ingenieros en la parte técnica-práctica o de formar más técnicos especializados en procesos concretos que demanda la industria. Se dice que en una planta por cada 50 empleados se necesitan 8 ingenieros. Es una realidad: la manufactura en México se está volviendo más calificada y se necesitan más ingenieros en el piso del taller, pero que realmente conozcan de los procesos CNC y de mecanizado. Algunos plantean que se necesitan carreras tecnológicas que ofrezcan la modalidad de Estados Unidos: cuatro años estudiando, pero trabajando en talleres metalmecánicos.

En el Seminario Magno de Moldes, organizado por Makino en 2015, fueron invitados cuatro directores de universidades de Querétaro y del Estado de México y una de las cosas que se les sugirió en el foro es que en México la educación de Ciencias Exactas debería ser dual: tres días trabajando y tres días en la escuela. Sin embargo, todavía hay mucha resistencia para trabajar con ese esquema y la idea no tuvo la mejor acogida por parte de los representantes de las universidades.

Para que alguien sea experto en cavidades de moldes debe hacer, por lo menos, ocho años de práctica. Y en México todavía se pretende formar especialistas en moldes con programas cortos de capacitación. Un año más tarde, también en el Seminario Magno de Moldes organizado por Makino, surgió una iniciativa: recibir estudiantes o técnicos en el formato de salarios mínimos para hacer prácticas profesionales. El proyecto es que 30 miembros de la Asociación Mexicana de Manufactura de Moldes y Troqueles los reciban en sus talleres y que aprendan, por lo menos, lo básico en moldes. De esa manera, a un año la asociación puede crear una disponibilidad de, por lo menos, 60 técnicos en temas fundamentales: cómo funciona, cómo se fabrica y cómo se ajusta un molde. Es una iniciativa que tendría que ir tomando una condición más formal para ver cómo se puede hacer a largo plazo, y la AMMMT está en esa labor.

Otra iniciativa de la AMMMT es que se puedan recibir estudiantes en algunas empresas para que vayan a un entrenamiento particular, y la asociación puede crear ese espacio, de manera que esas mismas personas sean contratadas por los miembros de la asociación o para ofrecerlos al mercado, generando así un legado en el tema de tecnología y manufactura.

Hay un caso muy diciente de lo que sucedió en Estados Unidos y que aplica para México. A comienzos de la década del 2000 la industria de moldes y herramentales de Estados Unidos migró, en buena medida, a China (especialmente la región del Medio Oeste). Luego, entre 2009-2010, empieza la recuperación del sector, impulsado especialmente por la industria médica. Sin embargo, para esa época ya no tenían gente capacitada en moldes porque muchas de las empresas se dedicaron a otras actividades del sector metalmecánico y se presentó una escasez de gente que supiera hacer moldes.

Es claro que el principal reto de las empresas establecidas en México es el talento. Por ello, el tema de la capacitación es clave y hay que apoyar las instituciones educativas que han estado abiertas a la capacitación técnica de los ingenieros, como el Instituto Queretano de Moldes y Herramentales y la Unidad de Negocios del Tec de Aguascalientes. En ambos casos, ellos están organizando diplomados para especialización de fabricación de moldes y troqueles. Lo ideal sería que las universidades pusieran a hacer prácticas a los estudiantes durante la carrera, ojalá de manera alterna y equitativa entre teoría y práctica, que permita generar una inercia de oportunidades de trabajo. Según la AMMMT, el mercado laboral para la manufactura de moldes en México puede ser de 25,000 empleos.

“Hoy el reto que tenemos de esta iniciativa educativa es tomar una acción mucho más preponderante, efectiva y de liderazgo para lograr ese talento en México en centros de tecnología, centros técnicos y en universidades”, afirma Medrano.

De acuerdo con Antonio Mendoza, propietario de la empresa Moldes Mendoza, la manufactura de moldes en México todavía es mínima en comparación con países como Estados Unidos, Canadá, Alemania o China. “En México sí hay personal capacitado, pero limitado. Falta entrenamiento de manera efectiva y las personas que están mejor capacitadas se van al extranjero. Necesitamos ese personal educado, el cual es bien remunerado”. El ingeniero Mendoza también considera importante la inversión en maquinaria y la colaboración entre la academia y la empresa, clave para un desarrollo sustentable del sector.

Necesidad de equipos y tecnología en el sector de moldes

“Desde la demanda de los compradores se están identificando plataformas de fresado y electroerosionado, con ello una combinación de otras máquinas que también vienen de medición. En concreto vienen máquinas de formato grande y también tamaños pequeños”, explica Eduardo Medrano, Presidente de Single Source Technologies, subsidiaria de Makino y presidente de la Asociación Mexicana de Manufactura de Moldes y Troqueles (AMMMT), destacando cuáles son los equipos y tecnologías claves para los fabricantes de moldes y troqueles.

Según él, la demanda del mercado se refleja en cómo van a migrar los talleres de moldes hacia máquinas más capaces en cuestiones de velocidad, rpm más altas y tolerancias mas estrictas. “Esto quiere decir, el posicionamiento que tengan las máquinas, de una micra a una micra y media. Con ello, finalmente llegamos a nichos de mercado como la inyección de plásticos, donde no puedes poner en el ensamble de dos piezas, de cavidad y de corazón, más de 5 micras en la línea de partición, y tampoco puedes depender tanto del tema de pulido o ajuste manual”, explicó el directivo. “En electroerosión de hilo, estamos hablando de estos elementos concretos, por ejemplo, en troqueles, donde un posicionamiento de una micra viene a ser crítico”.

Actualmente, entre el 60-70 por ciento de la capacidad en México está dentro de los moldes de inyección pequeños: moldes de hasta 2 toneladas, más o menos 600 milímetros por lado, muy alineado a temas de componentes pequeños no estéticos de la industria automotriz, electrónica y en algunos casos de la industria médica. Según Medrano, en fabricación de troqueles México tiene una base importante, debido a que los troqueles no son un componente que demande grandes tamaños, por lo que el país tiene una oportunidad extraordinaria: “el mercado está derivando a que la mayor demanda y consumo se encuentra en moldes grandes”.

“Hemos detectado a 220 talleres-empresas, de los cuales algunos ya tienen estructura de empresas y otros de talleres, la mayoría emprendedores diversos y dispersos geográficamente, que son pequeñas y mediana empresas”, explica Medrano. Por ello, según él, es necesario trabajar en el desarrollo lógico y práctico en la reparación, manufactura y diseño de prototipos y pilotos. Asimismo, aprovechar la oportunidad de un mercado doméstico vasto y mediato, con potencial de exportación, así como a las OEM y Tier 1 que están bajo presión de reducir costos.

“Las principales fortalezas que tenemos son el talento y vocación, capital local y generación de valor, localización geográfica, edad promedio de trabajadores y de los dueños”, detalló el directivo. Además, refirió que las áreas de oportunidad incluyen el know-how, la tendencia a la asociación, la cultura de emprendimiento, la cultura empresarial y la velocidad de accionamiento.

Sobre el escenario, actual, el Medrano dijo que el 80 por ciento del consumo de moldes importados es de moldes grandes para sectores como el automotriz, aeroespacial y de electrodomésticos. “Los tres más grandes vendedores de moldes para México, de dos toneladas (solamente de inyección de plástico), son Estados Unidos, China y Corea. Se estima que se importaron 632 moldes de dos toneladas, de enero a abril de 2017. Mientras que, en moldes de más de dos toneladas, de enero a abril se importaron 1,145 moldes (solamente de inyección de plástico), principalmente de Estados Unidos y China. Al respecto, el directivo señaló que la importación es de moldes grandes, pero que actualmente la capacidad en México se enfoca en la producción de moldes pequeños.

Para Luis A. Portales, Ingeniero de Servicio de Prometal, México desde hace 10 años está en un nivel muy competitivo; “antes se mandaban a hacer los moldes a Canadá, Portugal, Italia o Brasil, pero hoy existen fabricantes de moldes muy buenos, que están compitiendo con los grandes en calidad y tiempo de entrega. También se puede competir en costos, porque un molde en Portugal puede valer entre 70,000 y 80,000 euros, y el tiempo de entrega es de 2 a 3 meses, y en México puede costar 30,000 o 40,000 dólares y en un mes de tiempo de entrega aproximadamente”.

Por su parte, Rogelio Castelo, Gerente de Ventas de Abremaq, el sector de moldes en México está en un punto donde los fabricantes están animándose a mejorar la tecnología: “hay muchas empresas que vienen haciendo ese tipo de trabajo, como lo venían haciendo hace 50 años, y lo quieren seguir haciendo igual; sin embargo, últimamente ya hay la inquietud de empezar a innovar en tecnología. Es decir, se están empezando a animar a invertir para estos procesos”.

Retos y oportunidades del sector  

Uno de los mayores retos de la Asociación Mexicana de Manufactura de Moldes y Troqueles (AMMMT) es llevar a la acción la colección de voluntades que se ha ido gestando por estos casi cuatro años de creación. “Lo que hemos sumado las 31 empresas, ya firmes dentro de la asociación, es un mapa muy específico de lo que hay en México en capacidad, que viene a aterrizar estas voluntades en acción. El reto más grande es transformar ese pensamiento de todos los empresarios y de todos los dueños de talleres a colaborar y tomar acciones juntos para aterrizar un gran proyecto, que es la manufactura de herramentales en México”, explica Eduardo Medrano, presidente de la AMMMT.

En cuanto a los objetivos como presidente, Medrano dice que su principal reto es “fortalecer la función de vinculación en tres principales áreas: formación de talento, promoción de capacidad local, cooperación entre miembros y profesionalización del sector”.

 De acuerdo con la AMMMT sus principales logros han sido:

  • El primer esfuerzo efectivo de una asociación a nivel nacional del sector de moldes troqueles y herramentales.
  • Contribución a declarar el sector industrial como crítico de desarrollo para consolidar la manufactura en México.
  • La realización del primer mapeo nacional de capacidades productivas en 2017 en conjunto con La Secretaria de Economía.
  • Estudio de Mercado de consumo en 2017.
  • Desarrollo del “Mapa de Ruta del Sector” hacia el año 2030.
  • Realización del encuentro nacional “Moldes, Troqueles y Herramentales – México”
  • Asociación de más de 32 empresas de manufactura de moldes y troqueles.
  • Promoción activa del sector mediante conferencias de orientación vocacional en preparatorias y universidades.
  • Desarrollo de red de negocios con OEM automotrices y cadena de proveedores.

 

  • Por otra parte, estos son los principales desafíos de la asociación:
  • Velocidad de reacción de los empresarios para responder a la demanda nacional.
  • Generar la cooperación entre empresas, academia y gobierno para unificar el proyecto nacional de desarrollo del sector.
  • Profesionalizar a los talleres y convertirlos a empresas institucionales con base en la innovación tecnológica y estándares de operación de excelencia.
  • Establecer competencias productivas efectivas para brindar ofertas competitivas y establecer mayor manufactura local.
  • Contrarrestar el creciente efecto de compra de herramentales extranjeros de bajo costo y baja calidad.

Por su parte, Jorge Ayala, vicepresidente de la AMMMT, señala que llevan tres años creando sinergias, congregando socios y posibilidades, además de coparticipar con el gobierno en el desarrollo de proyectos. “Llevamos tres años en los que se ha llegado a conocer cuál es la realidad de los talleres que fabrican moldes y troqueles en este país. Tenemos muy claro cuántos talleres pueden participar en el desarrollo de tecnología de moldes nuevos, comparado con la cantidad enorme de moldes que están llegando a este país”.

Ayala señala que lo más rescatable de la asociación es que se genera y beneficia la conciencia de crear empresas que puedan interactuar con otras, crecer las posibilidades, aumentar las capacidades, no por la vía de la inversión, sino por la vía de la participación, en la que ya se está despertando el interés y, sobre todo, porque existe la necesidad. “Tenemos áreas de oportunidad para todo el sector industrial donde debemos dar pasos importantes. Una es la capacidad en tamaño de grandes moldes, esa tecnología la tenemos que crecer, pues las necesidades están siendo muy notorias”. Ayala también considera que la otra necesidad es en materia de precisión: “se requieren mayores habilidades de precisión, mayores habilidades de mecanizado; eso en cuanto a tecnologías. Si cubrimos esas dos partes, tendremos un área de oportunidad que, inmediatamente sumada a la experiencia que ya tienen los talleres y a la necesidad que ya existe en el mercado, puede ser una decisión acertada en materia de tecnología”.

En cuanto a los retos, Ayala considera que el capital humano es uno de los principales desafíos: “todo lo que tiene que ver con el capital humano es uno de los retos primordiales de esta industria, amén de conservar el talento que ya tenemos y seguirlo formando, seguirlo capacitando. Obviamente, generar nuevo talento y vocaciones para dedicarse a esta industria”. Según él, otro reto es profesionalizar a las empresas, donde un primer paso sea la certificación, para que las empresas sean confiables a la vista de los clientes. De igual forma que la creación de asociaciones entre talleres y con empresas del extranjero, que quieran fortalecer sus operaciones en México.

Para Antonio Mendoza, propietario de Moldes Mendoza y socio fundador de la AMMMT, el aspecto más rescatable que ha hecho la asociación en estos años es iniciar algo que no existía:

“Han sido tres años, pero los primeros dos realmente fueron el desarrollo de cuestiones legales y formación de la asociación. Tan sólo éramos cuatro socios. Ahora ya somos muchos más. De no existir nada, ya se creó algo. Ya hay otras personas interesadas, ya el gobierno se vio interesado, ya se escucha la voz de varios de nosotros y eso ya es importante”. Dijo que, de cara al futuro, es importante atender el tema económico de las empresas, debido a que las compañías piensan que deben vender barato sus productos para obtener trabajo.

“Hay que cumplir las necesidades del cliente, pero siempre y cuando tengamos una remuneración que nos pueda hacer crecer. Sin dinero no podemos crecer: necesitamos dinero para capacitar, comprar maquinaria e invertir. Es necesario que todos se concienticen de que no son un taller metalmecánico del montón y que obtengan beneficios de su trabajo”, explica Mendoza.

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